Eurovegas. Especializados en ocio y turismo.
Norberto Beirak
La propuesta EuroVegas representa la llegada a Madrid de la gran escala en el turismo y el ocio de masas.
Puede que esto resulte antipático y acaso degradante en comparación con el alto nivel cultural de nuestra oferta. Pero a diferencia de la conversión de sus centros históricos en parques temáticos, mal que padecen muchas ciudades europeas, EuroVegas aspira a situarse en paralelo y generar sus propios atractivos. Algo que, quizás, salve a Madrid por un tiempo. Sin olvidar que el ocio de masas tiende eliminar diferencias e iguala al Museo de El Prado con el del Jamón como destinos apetecibles.
No hace falta criminalizar más de lo necesario la actividad de EuroVegas para entender que demanda condiciones de especificidad funcional y de escala parecidas a las que disfrutan otros enclaves: los grandes polígonos comerciales, las ciudades deportivas, los macro-aeropuertos, los ensanches residenciales, etc.
La ciudad de las grandes escalas funcionales es también la de los polígonos especializados y de la construcción de nueva planta conforme a procedimientos tecnológicamente avanzados. La autonomía y la escala derivan de los requerimientos de mayor productividad y rentabilidad económica, inherentes a la progresión en la acumulación de capital.
Tampoco nos va a traer Las Vegas Sands grandes novedades en cuanto a prostitución, drogas, juego, especulación del suelo o dinero negro. De todo eso disfrutamos ya, incluso nos sobra.
Entonces, cual es el problema de EuroVegas?
El problema es que abunda en una especialización que no nos beneficia, el ocio y el turismo. Sectores que producen escaso valor en relación con la fuerza de trabajo que despliegan, una fuerza de trabajo poco cualificada y pobremente remunerada.
¿Habrá que recordar que la región española con mayor especialización industrial, Euskadi, es a la vez la que menos tasa de paro padece durante la crisis? ¿O que es la que mejor ha encarado los problemas de la vivienda?
EuroVegas es tan decepcionante en ese sentido como los Juegos Olímpicos, las Expos, las Copas de América y los parques temáticos. Y hace tan poco por nuestra incorporación al club de los países avanzados como nuestras joyas: el Eje Cultural del Prado y las procesiones de Semana Santa.
Madrid, Abril de 2012
Norberto Beirak, Arquitecto
Colectivo de arquitectos ProCoam