Actualidad: Presentación de Perspectivas Urbanas

Hoy martes 5 de octubre tiene lugar la presentación  del número  8 de «Perspectivas urbanas» por parte del profesor de la UE Jose María García-Pablos, esta vez con un contenido de glosario y  con el título de «Nombrando lo urbano» (en el que han colaborado algunos socios del CDU) y después se celebrará una charla-debate sobre espacio colectivo de Manuel Delgado con asistencia de Jose Manuel Calvo, concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Madrid

Lugar: CentroCentro. Palacio de Cibeles
Fecha: Martes 6 de octubre, 20:00h

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Vídeos del Seminario de Regeneración Urbana

Durante los días 2 y 3 de julio de 2015 tuvo lugar en la Sala Nueva del Círculo de Bellas Artes de Madrid  un Seminario reducido sobre » Urbanismo Responsable» : Renovación/ Regeneración del Urbanismo en España» , cuyos vídeos podéis ver a continuación.
El seminario estuvo organizado en colaboración por:
CDU : Club de Debates Urbanos
UAAU : Unión de agrupaciones de Arquitectos Urbanistas.
AETU : Asociación Española de Técnicos Urbanistas.

Para ello, la UAAU facilitó  documentos previamente elaborados y debatidos por diversas asambleas territoriales y a partir de la lectura de los cuales, el Seminario se estructuraría en tres ejes fundamentales de debate. Los dos primeros para discusión en Madrid y el tercero, que se derivaría de los anteriores,  para  su futura discusión en un acto a celebrar en Cartagena en el mes de Noviembre

A._  Temas fundamentales que debe afrontar la renovación/regeneración del              Urbanismo en España.  Teresa Arenillas, CDU/ Sebastià Jornet UAAU.
                A1_ Los componentes económicos del urbanismo. Francisco López Groh/ Jesús Gago
                A2_ La función social del urbanismo. Josep Mª Vilanova, UAAU
                A3_ La responsabilidad Ambiental del Urbanismo. Fernado Prats,CDU
B._          El papel de la arquitectura y de los arquitectos urbanistas en la construcción de          hábitats  urbanos y entornos territoriales de mejor calidad. Josep Mª Vilanova, UAAU           y José Nuñez AETU
                B1_Las capacidades y limitaciones de la planificación del territorio y el urbanismo.        Eduardo Leira/ Jesús Gago, CDU
                B2_ La relevancia del proyecto urbano y arquitectónico. Andrés Salazar, UAAU
                B3_ El impulso de nuevas técnicas y procesos en la planificación y en el proyecto de la                ciudad y el territorio. Sonia Puente, UAAU
C._         Conclusiones-Propuestas de nuevas bases conceptuales e instrumentales para la       renovación/regeneración del urbanismo en España. A desarrollar en Cartagena.
                C1_ Sobre el urbanismo de las ciudades
                C2_ Sobre la ordenación del territorio y el paisaje.
                C3_ Evolución de los marcos legislativos.
El objetivo del seminario era consensuar los diagnósticos, que se planteaban en principio como bastante conocidos y buscar soluciones, así como abrir, en su caso, nuevos temas de debate.
Cada eje contó con una ponencia previa de 30 minutos y un relatores temáticos para cada subapartado, prolongándose a continuación cada debate en torno a una hora.
Presentó el Seminario Jordi Ludevid, Presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España junto a Pablo Molina, Presidente de AETU y Teresa Arenillas , Presidenta del CDU.
La clausura corrió a cargo de Jose Mª Ezquiaga, decano del COAM y Josep Mª Vilanova Presidente de la UAAU.

 

En los videos que se acompañan se ponen de manifiesto los pormenores de un debate intenso cuyas conclusiones a cerca de los tema clave para abordar un «Urbanismo responsable» se irán elaborando por las distintas asociaciones a lo largo de estos meses  con objeto ponerlas en común y  ser trasladados por el Presidente del Consejo de Arquitectos a los distintos partidos que concurrirán a las elecciones.
Lista de reproducción de Seminario de Regeneración Urbana

 

 

 

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Hablando de responsabilidad profesional: Un texto de Günther Anders

Por Francisco López Groh
En el transcurso del seminario recientemente celebrado en Madrid con una serie de asociaciones de urbanistas y arquitectos, moderadas por el CDU se expresarnos una serie de discusiones acerca de los “valores”·de la práctica profesional del urbanista, supongo que en una proyección al futuro porque quizás una “comisión de la verdad” sobre la práctica reciente sería demasiado sanguinaria y afortunadamente hemos encontrado un chivo expiatorio apropiado: el “especulador”. Al hilo del asunto cité un pequeño escrito de Günther Anders La Huelga hipocrática(no lo cité por su nombre) recientemente traducido al italiano en un volumen titulado “Almanaque de Filosofía” (Micromega) donde Anders llamaba a la implantación de un juramento similar al hipocrático de la profesión médica para todas las profesiones.
He incluido aquí, por problemas de espacio y concisión, sólo la traducción del primer punto del texto, que brinda quizás una exposición suficiente del tema, desarrollado en toda su amplitud en un  texto que es en conjunto magnífico, y un pequeño apunte biográfico de un filósofo que también amaba las cerezas.

Günther Anders

Günther Anders (Wroclaw 1902-Viena, 1992) está considerado como uno de los filósofos no académicos más importantes del siglo XX. Primer compañero de Hannah Arendt , escribió un precioso texto en recuerdo de sus discusiones de filosofía con Hanna mientras comían cerezas en el balcón de su pequeño apartamento: La batalla de las Cerezas. El núcleo del pensamiento de Anders, se encuentra en la obra en dos volúmenes  editada en España por PRE-TEXTOS, La Obsolescencia del Hombre.

«La huelga hipocrática» propone asumir el postulado de Hipócrates para todas las profesiones, y por lo tanto el compromiso (a través de un juramento similar al vigente para los médicos) de comprobar, antes de dedicarse a cualquier trabajo, si no es potencialmente dañino. Y si lo fuera, para estar listos para rechazarlo recurriendo al instrumento de la huelga.
En este sentido La Huelga Hipocrática representa una extensión de la crítica marxista del trabajo creador de valor. Para Anders no se trata sólo de reclamar la propiedad de los medios de producción, sino también la de nuestros «objetivos de producción».
«La Huelga hipocrática  es una de las elaboraciones morales principales de Anders sobre la que ha reflexionado constantemente durante más de treinta años” (Devis Colombo)
Creo que en a situación actual, con todos esos proyectos que amenazan la destrucción de la ciudad un juramento de este tipo debiera ser exigido a los profesionales del urbanismo.
I.                   Intento de formulación un juramento hipocrático universal
Günther Anders
Dado que reconocemos que muchos de los trabajos científicos, técnicos, mecánicos y administrativos que nos vemos obligados rutinariamente a desarrollar, considerados totalmente inofensivos y sin mancha, de hecho pueden tener consecuencias absolutamente irresponsables, como la destrucción – y no sólo de un particular congénere humano, ni siquiera de grupos o pueblos individuales, sino hasta la aniquilación de la raza humana – y que algunas de estos trabajos están dirigidos específicamente a la destrucción; dado que también reconocemos que la dimensión de la división del trabajo en el ámbito científico, técnico, mecánico y administrativo – que nos impide saber o imaginar los productos finales y las consecuencias últimas de nuestro trabajo -implican las consecuencias más desastrosas para los que trabajamos; y porque reconocemos que en la mayoría de los casos no nos es ni siquiera posible imaginar los productos y las consecuencias últimas de nuestra colaboración; es más,  que incluso deberíamos renunciar a la capacidad para poderlos reconocer e imaginar, sólo por el hecho de que nuestro conocimiento o imaginación contradecirian los intereses de los que nos han encargado dichas  actividades y con ello también el ideal de la «concienciabilidad» que se nos ha asignado; dado que reconocemos todo ello, somos conscientes de que las obligaciones asociadas a nuestros trabajos de hoy son mayores de lo que han sido las de nuestros antepasados
Por lo tanto juramos:
no aceptar o realizar cualquier trabajo sin haber verificado primero si se debe considerar, directa o indirectamente, una obra de destrucción; para convencer a  nuestros colegas, que todavía no saben lo que están haciendo, para abrir los ojos sobre la naturaleza y las consecuencias de su hacer; para rechazar la incompetencia moral de los superiores que tratan de imponernos tales trabajos de destrucción, y en concreto para contrarrestarlos negándoles nuestra obediencia; y, finalmente, a permanecer fieles a estas intenciones, incluso si su observancia pudiera procurarnos desventajas o peligros.

Es más o menos así como debería sonar un juramento similar al hipocrático, pero notablemente más amplio. Y sería hermoso si se pudiera jurar sobre este texto sin dudar y sin reservas. Yo digo, sin embargo, «sería» y «podría», ya que son sólo unas pocas personas prestarían juramento sobre el mismo; también porque el texto contiene elementos que dificultan su inmediata “jurabilidad”; y, por último, porque el mundo no es tal como para dejar abiertas las posibilidades de cumplimiento de este juramento. Sólo un bufón jura más de lo que podrían mantener un centenar de sabios.

Y yo no habría iniciado las siguientes consideraciones con el escepticismo que ahora estas palabras traicionan. Sino con una consideración pre-escéptica. «Es intolerable e imperdonable», así se presentó en origen mi primer pensamiento, «que sólo los médicos tomen sobre sí el compromiso (justamente a través del juramento hipocrático) no causar ningún daño a través de su actividad; que no lo sostengan en cambio millones de empleados en otros trabajos: los científicos naturales, los ingenieros y las legiones de trabajadores de la industria – de cuyo hacer y deshacer depende igualmente el destino de la humanidad – y que tampoco pretendan vincularse a una obligación a través de un juramento similar al hipocrático «. Éste fue, por tanto, mi primer pensamiento.
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Vídeo de la entrega de premios de la Fiesta del Solsticio 2015

Vídeo de la ceremonia de entrega de Premios al Compromiso Urbano y la nominación de Socia de Honor anual, celebrada durante la tradicional Fiesta del Solscticio del Club de Debates Urbanos. Por orden de entrega que aparecen en el vídeo:

Premio al Compromiso Urbano Colectivo: “Patio Maravillas”
Presenta: Javier Alau. Arquitecto.
Socio Fundador del CDU
Premio al Compromiso Urbano Individual: Manuela Carmena. Jueza. Alcaldesa de Madrid.
Presenta: Ramón Saez. MagistradoSocia de Honor: Josefina Gómez Mendoza. Geógrafa. Catedrática Emérita Universidad Autónoma de Madrid, Académica de la Historia y de la Ingeniería.
Presenta: Eduardo Mangada. Arquitecto. Socio de Honor del Club de Debates Urbanos

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Ideas para la operación Mahou-Calderón: como salir del impasse pasando de la “destrucción creativa” al reciclaje urbano innovador

Por Emanuele Pierobon

La razón principal de estas notas es animar un debate público sobre un posible opción para desbloquear la situación de la denominada Operación urbanística Mahou-Calderón, recientemente mermada en sus planteamientos por la sentencia del TSJM (abril 2015) que prohíbe la construcción de edificaciones con altura superior a las cuatro plantas.
Los sorprendentes resultados de las elecciones municipales de mayo 2015 podrían hacer que las grandes operaciones urbanísticas pendientes en la ciudad sean reconsideradas desde perspectivas inéditas, razón por la que preocupaciones que subyacen este artículo podrían volverse totalmente fútiles, y ojalá así sea. Mientras tanto, en el supuesto de que las cosas siguan así cómo se plantearon, me atrevo a lanzar igualmente la propuesta fundamental que me induce a escribir.

Se trata de lo siguiente: propongo que se replantee la prevista demolición del estadio Calderón, justificada por la construcción de unas torres que ya no podrán ser, para sustituirla por una operación  ambiciosa de reciclaje arquitectónico a gran escala de la infraestructura, que permita alojar en la misma nuevos usos y funciones.

Dicho lo cual, doy un paso atrás, para dar una referencia del enfoque en el que esta propuesta pretende enmarcarse, y para hacer a la vez un importante matiz: estoy muy poco interesado en el debate estrictamente urbanístico, razón por la que no entraré a analizar aquí los entresijos de la legislación vigente y sus consecuencias sobre la Operación Mahou-Calderon. Lo que sí me interesa es el posible, y a mi juicio necesario,  debate urbano, que propongo entender simplemente en estos términos:
¿Con qué argumentos defendemos una determinada hipótesis de transformación de una parte relevante de la ciudad?, ¿Cuáles son los beneficios colectivos que esa transformación con toda probabilidad va a generar? Y, ¿cómo se relacionan con los paradigmas inevitables de la sostenibilidad y viabilidad económica, social y medioambiental? O, dicho de otra manera: ¿qué sentido tiene hacer lo que se propone hacer en términos de creación de bienes colectivos?
Me he planteado estas preguntas para intentar entender el proyecto desde la perspectiva que yo considero más legítima, la del bien público, pero no he llegado a respuestas satisfactorias. Toda la información publicada que pude analizar sobre la Operación Manzanaresofrece argumentos que parecen más basados en mitos, suposiciones o en estereotipos que en análisis concretos. Me refiero por ejemplo al hecho de que los usos planteados por el proyecto, que son principalmente el residencial, y secundariamente el comercial y terciario, no parecen ser el reflejo de una demanda objetiva que se haya diagnosticado cómo insatisfecha dentro de la almendra central. Los datos disponibles apuntarían  justo a lo contrario: dentro de este ámbito parecen sobrar tanto viviendas, como comercios y oficinas. Un simple paseo por Madrid podría hacernos llegar empíricamente a la misma conclusión.
En términos más generales, la operación es justificada y celebrada aludiendo a la idea tacita de que todo desarrollo urbanístico (o meramente inmobiliario) acarrea de por si un desarrollo a más niveles del entorno en el que se inscribe, cuando en realidad queda demostrado, especialmente en España, todo lo contrario. Valga para ello el ejemplo dramático de las numerosas áreas de la costa mediterránea sometidas a un desarrollo urbanístico-inmobiliario desmedido, que ha sido responsable no sólo de la destrucción de paisajes y ecosistemas naturales, sino también de un radical empobrecimiento de los tejidos sociales y culturales, hecho este que la crisis por fin ha vuelto evidente.
Entonces, si no existe una demanda inmobiliaria objetiva que justifique la envergadura de la actuación, quedan por explorar otras posibles razones, lo cual tampoco quiere ser el objetivo de este artículo, aunque se pueda aludir a algunas intuiciones al respecto. Lo que no parece poderse juzgar de intuición es el hecho de que, a estas alturas del debate sobre la sostenibilidad, y dentro de una coyuntura económica que sigue siendo de crisis, la opción de la destrucción frente a la recuperación debería ver drásticamente limitado su campo de empleabilidad.

En 2011 noticias de prensa cifraban en unos 12 millones de euros el coste de la mera demolición del estadio, excluyendo por tanto del cálculo el traslado de lo derribado. Parecería ser este un coste-oportunidad suficientemente alto cómo para replantearse el esfuerzo, sobre todo a la vista de la reciente frustración de la estrategia inmobiliaria motor de la operación.
Demoler un estadio de la envergadura del Vicente Calderón significa, a mí entender de profano, acometer un esfuerzo gigantesco para un modesto resultado, siempre obviamente en términos de creación de bien público. Por otro lado, no consta que el estadio deba demolerse por problemas estructurales, de modo que no se trata de una infraestructura obsoleta que pueda constituir un riesgo.
Más riesgos, también para la salud, podría acarrear los propios trabajos de demolición, que cabe suponer se prolongarían en el tiempo ocasionando polvo, ruido, empeoramiento de las condiciones de movilidad, etc. Así que la pregunta surge cómo una consecuencia lógica de todas estas observaciones que creo pertinentes: ¿por qué no plantearse la recuperación y reconversión del inmueble en lugar de su demolición?
Esta perspectiva de reciclaje arquitectónico se me antoja cómo una alternativa preferible por lo menos por tres razones eminentemente prácticas: el ahorro económico que supone la no demolición, el beneficio medioambiental de la no generación masiva de residuos, sobre todo en concepto de escombros, y por último la ventaja funcional del no tener que interferir con la movilidad en un punto muy sensible, ya que se evitaría el trasiego de medios pesados para el traslado de la ingente cantidad de escombros generados.
Pero, aún más importante es destacar los que podrían ser los efectos positivos a largo plazo de un planteamiento volcado con el reciclaje en alternativa a la demolición.  El reto de tener que reinventarse un estadio para convertirlo en una arquitectura apta para otros usos no ocurre todos los días, lo cual significa que hay que poner las cabezas a trabajar sobre una tarea bastante inédita.
Ello podría ser el revulsivo para la activación de un contexto de investigación, experimentación y posiblemente de innovación, que también  puede leerse cómo inversión en el software, o en el tanto pregonado (y tan poco implementado…) I+D+i.  Ya sólo con reinvertir una parte de los costes de demolición mencionados arriba, se podrían financiar un buen número de becas de investigación vinculadas al proyecto de reciclaje, así como el lanzamiento de un concurso internacional de arquitectura para asomar la iniciativa a un contexto más amplio.
Por otro lado, la no demolición del inmueble podría también representar un punto de reencuentro con las partes más indignadas de todo este proceso. Cabe de hecho recordar que la sentencia que ha bloqueado el proyecto urbanístico ha sido la última derivada de un recurso interpuesto por una asociación de forofos del Atlético de Madrid. El hecho de plantearse ahora el mantenimiento del edificio, aunque ya no su uso futbolero, sería por lo menos un guiño a favor de quienes pelearon entre otras cosas para la defensa del Calderón cómo hito de la memoria y del paisaje futbolero.

En relación al tema del reciclaje de una infraestructura para el deporte y el espectáculo para otros usos, quiero mencionar la existencia de un precedente ilustre que, salvando las enormes distancias temporales, artísticas y de contexto, invito aquí a tomar cómo metáfora (arriesgada…) de la idea que defiendo. Me estoy refiriendo al Teatro Marcello de Roma, un edificio surgido cómo teatro bajo el dominio del emperador romano Augusto, y posteriormente reciclado a usos residenciales en la edad media. Un reciclaje que con toda probabilidad no surgió de un capricho, sino de la necesidad de optimizar recursos en una época de estrecheces.
Personalmente, considero que a pesar de los proclamas de «inminente salida de la crisis» que hacen algunos, las estrecheces todavía nos atañen, y para rato. Pero veo en esto también una «virtud»: el tener que trabajar con condicionantes y limitaciones puede ser la premisa de una mayor creatividad, y por tanto de una capacidad de innovación.

Esta posibilidad de creatividad y de innovación a la que aludo debería ser el argumento principal para que las partes implicadas en la operación Maohu-Calderón se replanteasen (por lo menos) la demolición del Calderón, por si los argumentos de la eficiencia y de la sostenibilidad no resultaran suficientemente seductores a sus ojos.
Además, a modo de inciso me atrevo a decir que, posiblemente, en los últimos años la arquitectura pública en Madrid ha acertado más cuando se ha medido con el reto de la recuperación/reciclaje frente a la opción de la obra nueva (buen ejemplo de ello son, en mi modesta opinión de usuario, el Matadero, la biblioteca Joaquín Leguina, la Casa Encendida, así como muchos centros culturales y deportivos cómo el Centro Dotacional Integrado de Arganzuela o el Centro  Deportivo Municipal Daoiz y Velarde, por hablar de los que más frecuento).
Para concluir, y volviendo a mi planeamiento inicial de lectura de las operaciones urbanas en clave de construcción de bienes públicos, propongo ver en la asunción colectiva de nuevos retos (cómo el reciclaje de un estadio…) una opción de creación de bien públicopor todo el conocimiento que puede ser movilizado.
Entonces, no se trata en este caso de poner en tela de juicio las legítimas aspiraciones económicas de los inversores, sino de hacerlas más legítimas precisamente por procurar enmarcarlas en un escenario de  máxima creación de bienes públicos. Bienes que, bajo esa perspectiva, ya no serían «simplemente» el parque público, la guardería, la biblioteca…es decir, una serie de objetos y espacios que emergerían cómo resultado de la negociación urbanística y de las correspondientes cesiones de suelo. Los bienes públicos que la operación podría generar bajo estas premisas tendrían que ver también, o sobre todo, con el conocimiento a producir, con los procesos de intercambio, participación y aprendizaje, con la generación de una demanda de nuevos saberes a ser producidos, poniendo a trabajar más las cabezas pensantes que las obtusas excavadoras.  
Emanuele Pierobon es Doctor Urbanista por la Universidad de Arquitectura de Venecia (IUAV), reside en Madrid desde el año 2003. Trabaja en el campo del urbanismo y de la ordenación territorial. Entre 2010 y 2013 ha sido también profesor de Ordenación Urbana en la Universidad Europea de Madrid. 

Créditos de las imágenes:

Imagen 1: Infografía de la Operación Mahou-Calderón (fuente: http://www.elmundo.es)
Imagen 2: Vista aérea del estadio Vicente Calderón (fuente: nuevoestadioatleti.blogspot.com.es)
Imagen 3: Vista del teatro Marcello de Roma (fuente: Wikipedia)
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FIESTA DEL SOLSTICIO 2015: Le temps des cerises


Porque la cereza es una fruta de junio. Porque los argumentos orientados por la transformación se enlazan, se enredan, como las cerezas cuando intentas sacarlas de la cesta, nunca solas.
Y porque nos sirve de advertencia. Le temps de cerises es la canción de la Comuna de Paris. Es un himno extraño para una revolución. No es un himno furioso como La Marsellesa o cargado de pathos como La Varsoviana. Es una canción de amor. Por eso más tarde se bailaba en las verbenas del Frente Popular. La canción originaria fue creada antes de la Comuna, y se difunde después de su derrota. Buen recordatorio para las tareas difíciles que nos esperan en Madrid y en nuestras ciudades.


Con ocasión de este evento se concederán los siguientes títulos y premios:

Socia de Honor: Josefina Gómez Mendoza. Geógrafa. Catedrática Emérita Universidad Autónoma de Madrid, Académica de la Historia y de la Ingeniería.
Presenta: Eduardo Mangada. Arquitecto. Socio de Honor del Club de Debates Urbanos
Premio al Compromiso Urbano Colectivo: “Patio Maravillas” 
Presenta: Javier Alau. Arquitecto.
Socio Fundador del CDU
Premio al Compromiso Urbano Individual: Manuela Carmena. Jueza. Alcaldesa de Madrid.
Presenta: Ramón Saez. Magistrado

Podeis descargaros la invitación aqui

Lugar: Sala de Columnas del Circulo de Bellas Artes
C/ Marques de Casa Riera 2
Fecha y hora:  Miércoles, 24 de junio de 2015 a partir de las 20 horas

Ma: C’est la saison rouge. Cerises et coquelicots.

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Aerogramas al club (2): ¿Subvencionar el puesto de trabajo; subvencionar el alquiler?

Por Francisco López Groh

Ante la oleada de procesos electorales que se presentan este año y que con toda seguridad van a cambiar el escenario de la representación política actual, proliferan medidas de todo tipo, desde la más abstractas referidas a principios o derechos hasta medidas concretas con vistas a paliar las dificultades de acceso al empleo o la vivienda (tan relacionados entre sí por cierto) de los sectores con mayores dificultades: jóvenes, desempleados, ancianos, y en general grupos sociales de bajas o nulas rentas.
Dos de esas medidas contemplan la subvención al alquiler y la subvención al trabajo mal pagado, es decir, con salarios por debajo del coste de reproducción de la fuerza de trabajo, o en términos más actuales y menos significativos, poor working people. Aunque distintas, ambas propuestas tienen un sesgo similar y en cierta manera son complementarias.
Empecemos por el subsidio al puesto de trabajo. Se trata de lo siguiente: dado que las empresas tienen trabajadores con salarios por debajo del coste de reproducción (hablando en plata salarios que no permiten a los trabajadores tener un techo y comer simultáneamente) que según Eurostat alcanzaban en España un 12% de la población ocupada en 2013 (ver gráfico), la idea es “aumentar” dicho salario por medio de subvenciones públicas al trabajador contratado.
Esta iniciativa no está destinada “sólo” a los trabajadores ocupados pobres, sino a “incentivar” (subvencionar) “nuevo” empleo, de forma que sería un refuerzo de otras políticas de desregulación tendentes a desvalorizar la capacidad contractual de la fuerza de trabajo.
Aparentemente el trabajador recibe un “sobresueldo” en forma de subvención, pero en realidad y al margen de agredir su capacidad negociadora (más) esta medida es una subvención al capital, no al trabajador, que obtiene fuera del marco de la negociación salarial una sobre-ganancia, una renta, que entre otras cosas, exime a la empresa de enfrentarse a la eficiencia en su competencia en el mercado, y crea un “submercado” (otro) de trabajo que incide a su vez sobre las condiciones generales de contratación. Es decir esta subvención (a la empresa) contribuye al estancamiento o la baja de los salarios reales del conjunto de los trabajadores (Obviamente hay otras medidas contra los salarios de pobreza como la regulación salarial y el incremento del salario mínimo por ejemplo).
La subvención al alquiler constituye una medida complementaria. Complementaria porque acompañada de la primera sostiene la desvalorización salarial (vía rebaja artificial del coste de reproducción de la FT) de forma que es una vía indirecta de apoyo a la acumulación en el sector de mercado. Pero tiene sus especificidades. Esta medida en realidad a quien subvenciona es a los propietarios inmobiliarios. Como toda subvención supone una renta y ésta es una renta a los propietarios del suelo. Recordamos algunas objeciones y evidencias que se plantean en el debate sobre la subvención al alquiler:
a) Para empezar permite que el Estado, las administraciones públicas, eludan su responsabilidad acerca de la provisión de vivienda accesible para los ciudadanos con dificultades para acceder al mercado de vivienda (vivienda púbica en alquiler). Esto es especialmente sangrante en un país como el nuestro donde la vivienda pública en alquiler prácticamente no existe, de forma que el acotado (y celebrado[1]) incremento de la vivienda en régimen de alquiler se deja en manos del mercado.
b) Existen numerosos estudios que indican que las ayudas al alquiler privado no cumplen los objetivos que se plantean de “empoderamiento” de las familias que reciben la ayuda, incluso en países que cuentan con un relativamente importante parque de vivienda pública.
c) Hay evidencias de que la subvención es “atrapada” por el arrendador (la propiedad del suelo). Como de forma casi “irremediable” ocurre con toda subvención aplicada sobre el suelo privado, se convierte en renta. Diversos estudios (S. Susin, Eriksen, Matti Virén, G. Fack, etc.) estiman que el arrendador absorbe en forma de incremento de los precios entre el 60% y el 80% de la ayuda, lo que muestra el débil impacto de la misma sobre la renta de las familias.
d) Además, existen evidencias de que la subvención al alquiler no sólo incrementa los alquileres sujetos por norma a dicha subvención, sino que tiene un efecto de arrastre sobre el conjunto de los precios de alquiler.
Otro de los efectos de la subvención al alquiler está ligado al “filtering” de vivienda, es decir la subvención induciría a “escalar” en el mercado de vivienda en alquiler hacia viviendas mejores y más caras) lo que produciría quizás un efecto depresivo añadido sobre lugares y viviendas·”malos” incrementando a la vez los precios de las viviendas/localizaciones buenas.
Hay además en la propuesta que se debate en la actualidad en nuestro país una ambigüedad sobre los objetivos y las capas sociales a las que se orientan. ¿Es una ayuda a los jóvenes, incapaces de acomodarse en las condiciones del actual sistema de vivienda? ¿Para los arrojados del sistema de alojamiento, los desahuciados? ¿Para los ancianos de baja capacidad adquisitiva atrapados a veces en viviendas subestándar de altos costes asociados (servicios, mantenimiento, impuestos) cuyas viviendas han perdido su depósito de valor y en consecuencia son intrasmisibles en el mercado? Como ocurre con la “otra” subvención citada no tenemos ni idea.
Y volviendo a la articulación de ambas subvenciones. El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) de los Estado Unidos en su análisis de las situaciones más graves de necesidades de vivienda sostenía que el 80 por ciento del problema no es la insuficiencia de viviendas o el hacinamiento, sino la falta de ingresos suficientes. Por lo tanto, las políticas que ayudan a las personas a aumentar sus ingresos ayudan también a abordar las dificultades de vivienda. Algo a lo que no ayudan ni la subvención al empleo asalariado (que fuerza salarios a la baja) ni la subvención al alquiler (apropiada por el propietario del suelo y creadora de incrementos de precios).
Habrá que pensar otras medidas, otra política……


[1] Conviene distinguir entre las variaciones y equilibrios entre vivienda en propiedad y en alquiler desde el punto de vista del mercado inmobiliario, y el alquiler como parte del sistema del Estado de Bienestar que es un asunto público. En este sentido el incremento de la proporción de vivienda en alquiler del sector privado puede ser bueno en cuanto cambia la asignación de recursos y favorece la flexibilidad, pero no hay que olvidar que el alquiler de mercado está sujeto a la apropiación por parte del arrendador de “beneficios no ganados” de la misma forma que la compraventa.
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OPERACIÓN CHAMARTÍN. ¿PARA QUÉ?

Por Eduardo Mangada
Mucho se ha escrito y opinado, a favor y en contra, de este importante desarrollo urbano propuesto en el norte de Madrid. Importante por su localización, su tamaño, sus costosas infraestructuras y la desproporcionada edificabilidad que pretende asentarse en su ámbito. Una gran promoción inmobiliaria, más que una intervención urbanística, que se inició en 1993, denomina entonces Operación Chamartín, con el impulso y amparo de un gobierno del PSOE, para ser rebautizada ahora, en una estrategia de marketing, con el nombre de Distrito Norte Castellana, bajo el dominio del PP.
El 22 de enero de 2015 se formalizó un Convenio Urbanístico para la gestión y ejecución de esta operación, suscrito por Ana Botella, alcaldesa de Madrid; Ignacio González, presidente de la CAM; Gonzalo Ferre, presidente de ADIF; Pablo Vázquez, presidente de RENFE Operadora; Salvador Victoria, presidente del Canal de Isabel II Gestión; y Antonio Vejar, presidente y delegado de DUCH (Desarrollo Urbanístico Chamartín SA). Convenio en el que se establecían las obligaciones y los aprovechamientos tanto de las instituciones y organismos públicos como de los socios privados.
La firma de este convenio dio ocasión para la presentación en sociedad de esta gran operación inmobiliaria en una ceremonia orquestada con pompa y boato, rematada por el aria final cantada por Francisco González (presidente del BBVA), garante financiero, con frases tales como: “la mayor operación urbanística no solo en España sino en Europa” en los próximos veinte años; “una operación vanguardista sobre más de tres millones de metros cuadrados”. Y, subiendo el tono, declamaba, “no hay ningún proyecto de este nivel en el mundo”, para terminar con un pausado y piadoso “no sé si será rentable para el banco, pero sí para Madrid”. Un banco reconvertido en una ONG. A veces los milagros suceden.
Tranquilos. En el día de hoy nada está atado y bien atado. El Convenio que debería dar por finalizada y consolidada la alianza público-privada no ha cobrado eficacia jurídico-administrativa por dos razones básicas. Primera, porque la firma del convenio debía ser ratificada por el pleno municipal. Y, segundo, porque su eficacia estaba vinculada a la aprobación definitiva del Plan Parcial de Reforma Interior que le prestaba sostén urbanístico y abría la puerta para su posterior desarrollo. La no celebración de un Pleno Extraordinario, tras el intento fallido de su convocatoria para el día 21 de mayo, tres días antes de las elecciones municipales y en un descarado desprecio a las normas democráticas, impidió el cumplimiento de estas dos condiciones. Un punto cero de partida.
El nuevo ayuntamiento que nacerá el día 13 de junio puede revisar o, mejor, debe revisar desde sus raíces esta operación que supone un grave atentado sobre la estructura física y social de Madrid y que es una más de las perversas herencias que han dejado veinticinco años de dominio del PP en la comunidad y el ayuntamiento. 
Una revisión a fondo, valorando su localización en la ciudad y su incidencia en el proceso de desigualdad social y segmentación territorial entre el norte “rico” y el sur “pobre” (más exactamente, “empobrecido” por las políticas neoliberales). Una revisión que pondere las obligaciones y los beneficios para los agentes públicos y los privados. Una revisión que evalúe la necesidad y los costos de las grandes infraestructuras propuestas. Una revisión que ponga en crisis el paquete de diecisiete mil viviendas previstas. Una revisión que esclarezca la rentabilidad social para el conjunto de Madrid de los enormes recursos públicos y privados concentrados en esta promoción, frente a los beneficios posibles que tales recursos podrían producir en el conjunto urbano distribuidos de una forma más equilibrada entre los distintos distritos y barrios de Madrid. 
Una revisión, en definitiva, que inicie un proceso de debate y docencia ciudadana, que exige que cualquier decisión o negociación salga de los cerrados despachos para abrirse en un foro público, con la participación eficaz de los colectivos ciudadanos, entidades económicas y sindicales, culturales al fin. Sobre todo en asuntos tan importantes para la ciudad como este. 
Una revisión que debe acometerse en los primeros pasos de la nueva corporación, sin precipitación pero sin descanso. Hagamos caso a los principios que Domingo Ortega exigía a los buenos toreros: PARAR, TEMPLAR Y MANDAR. 
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La ciudad emergente_Eduardo Mangada

Cada acción concreta promovida por los ciudadanos en cada barrio tiene un enorme valor, tanto para denunciar problemas como para descubrir posibilidades que, en muchos casos, escapan a la mirada más lejana de la administración municipal.

Eduardo Mangada escribe una interesante y profunda reflexión en el diario digital Nueva Tribuna sobre el diálogo abierto con prácticas emergentes que el Club de Debates Urbanos organizamos el pasado 18 de mayo bajo el título Madrid, cara B.

«Del conjunto de las exposiciones cabe destacar, al menos, dos características ampliamente compartidas. Por un lado, el carácter emergente y no reglado de las actividades y las prácticas desarrolladas en su seno. Por otro, el tratarse de colectivos organizados autónomamente, de carácter transversal y, en gran medida, autogestionados. En su totalidad, organizaciones cívicas surgidas como respuesta de los ciudadanos a los problemas, las demandas y aspiraciones que se manifiestan en los distintos barrios de Madrid.

Prácticas emergentes que comienzan a resquebrajar los límites del urbanismo ortodoxo o, mejor dicho, del urbanismo burocrático convencional. Prácticas que plantean alternativas a los tradicionales mecanismos de intervención en la ciudad. Prácticas y formas organizativas que abren un amplio y nuevo horizonte que, si llegase a consolidarse e institucionalizarse, supondría un cambio efectivo en las estructuras, contenidos y sistemas de planificación urbana y territorial. Responder con solvencia al potencial de transformación de la disciplina urbanística por causa de estas prácticas emergentes requiere una reflexión larga y compleja que excede a la dimensión de un artículo. No basta con refugiarse en frases repetidas como mantras encubridoras tales como el urbanismo de abajo-arriba (bottom-up).»

Podéis acceder al artículo completo aquí.


Imagen: Fachada de acceso del Patio Maravillas

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Aerogramas al club: la manufactura importa

Por Francisco López Groh
Lunes 27 de Abril: se celebra un debate entre candidatos a la alcaldía de Madrid por iniciativa del CLUB DE DEBATES URBANOS Un candidato afirma (no es literal) respecto a las oportunidades económicas de la ciudad: “industria no, si tuviéramos puerto, mar…”.dicho con un gesto digamos escéptico, que contrastaba con el luminoso que lucía cuando hablaba de la cultura y el turismo.
Martes 28 de Abril.: Siemens abre un centro en Madrid de I+D+i en tecnología ferroviaria. 200 empleos, 20 millones de inversión anual. 
Siemens: ¿Industria? ¿Servicios avanzados? La torpeza con la que en ocasiones se analiza la industria (y la manufactura) en nuestro país es asombrosa. La manufactura no es sólo aquello que aparece mal que bien (más mal que bien) en las estadísticas de la producción “sectorial” (el VAB) sino todas aquellas actividades y funciones que están relacionadas con ella, que constituyen sus inputs decisivos, el origen de su elevada productividad. ¿Qué es Siemens?¿industria, servicios? Ambos. Inseparables.
Pero se seguirá diciendo que las opciones de nuestra ciudad (región metropolitana) son exclusivamente la hostelería, el turismo, la cultura (sin distinguir la cultura de mercado del mercado de la cultura). Por cierto, el efecto multiplicador por unidad de inversión en el sector manufacturero sobre el conjunto de la economía es casi el doble (1,7) del correspondiente al sector de “Arte y Entretenimiento”. 
Señor candidato: Tenemos mar. Una región llena de universidades, de profesionales, de centros de investigación (maltratados eso sí) de sedes de empresas industriales… Aprovechémoslos para el reiterado cambio productivo.
La manufactura importa
También en Madrid
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