Presentación debate de la Economía de las Plataformas

Francisco López Groh

Club de Debates urbanos

Introducción

La extensión de este modelo de organización del circuito de producción/distribución/consumo que llamamos economía de las plataformas y sus impactos socioeconómicos y espaciales en la ciudad son el motivo de conversación de este debate del Club de Debates Urbanos. Lo que sigue es una visión a vista de pájaro de algunas características, efectos y problemas de dicho sistema como introducción al debate

¿Qué son las plataformas? En el nivel más general, las plataformas son infraestructuras digitales que permiten la interacción de dos o más grupos. Por lo tanto, son intermediarios que acercan (asocian) a diferentes usuarios: clientes, anunciantes, proveedores de servicios, productores, proveedores etc.. La mayoría de las veces, estas plataformas incorporan una serie de herramientas (app) que permiten a sus usuarios crear sus propios productos, servicios y mercados.

Un universo, una galaxia de temas, conceptos y formas de acumulación.

La Economía de las plataformas recubre un extenso universo de actividades y procesos de diferentes características y funcionamiento, las que intermedian en el consumo de bienes (Amazon) las que articulan “redes sociales” (Facebook, Instagram)  las que organizan los micro trabajos autónomos (Mechanical Turk, Clickworks) etc. Este amplio espectro de modeloss de negocio ha sido objeto de numerosas clasificaciones tipológicas, las más conocidas las de Srnieck y de Kenney y Zysman, que dado el carácter de esta introducción no se tratan aquí.

Sin embargo la literatura académica proporciona una primera división fundamental entre plataformas de capital y plataformas de trabajo (FARRELL D., GREIG F. ver esquema). En el primer modelo, las plataformas favorecen la conexión entre clientes y vendedores, siendo estos últimos quienes venden/arriendan directamente los bienes de su propiedad (AirbnB). Las plataformas de trabajo, por su parte, favorecen la relación entre clientes y prestadores de servicios (gig work, on-demand work). Estas últimas son especialmente importantes porque afectan a la naturaleza y el precio de la fuerza de trabajo a nivel global.

Acompañando este diverso campo de actividades se ha creado todo un conglomerado de términos, de origen anglosajón: GIG Economy/GIG work (economía de trabajos puntuales de corta duración) Crowd work (trabajo colaborativo online) Microworks (microtrabajos) etc.

En algunos casos esta terminología hace de disfraz como en el caso de la economía colaborativa o la economía del conocimiento dando a entender la existencia de actividades no orientadas a la explotación del trabajo.

No es ajena esta explosión una cierta euforia en los medios de comunicación tecnológicos y económicos y el medio académico (que Rendueles llamó como ciberfetichismo ) exaltando la capacidad de la tecnología digital de resolver problemas socioeconómicos y políticos, el gran mito ideológico de nuestro tiempo es la capacidad de las tecnologías de la comunicación para inducir dinámicas sociales positivas, capaces de “solucionar” problemas sociales diversos (la smart city por ejemplo). Las ciudades deben volverse inteligentes, las empresas disruptivas, los trabajadores flexibles y los gobiernos ágiles y delgados.

Sigue el dinero que dice la novela negra o el problema de la creación de valor

Más allá de la variedad de formas en las que se materializa la economía de plataformas, el debate sobre donde se crea valor y como este es distribuido entre los diversos agentes constituye un vivo campo de debate en el que el papel de la colaboración del consumidor en la elaboración del recurso datos es ua d elas cuestiones clave, como reflejan los términos  prosumo y prosumidor (contracción de productor y consumidor)

Muchas de estas plataformas intentan solucionar un problema característico de la acumulación capitalista: las ineficiencias temporales y los desfases entre los momentos de producción y consumo, especialmente en la competencia con los competidores por acelerar/acortar dicho proceso. De forma que en cierto sentido estamos ante un desarrollo fulgurante de las soluciones a este problema con la utilización de la tecnología digital: estudios de preferencias, organización de la cadena logística, etc). La innovación informática ha permitido radicalizar una dinámica del ciclo producción/distribución/consumo iniciada con el advenimiento de la lean production y on demand (Comor).

Uno de los aspectos  que causa un razonable estupor en las formas de negocio de las plataformas laborales es la desproporción entre facturación, valor en bolsa  y sus muchas veces infra proporcionadas cifras de inversión y empleo. De hecho la máquina algorítmica organiza una cantidad mucho mayor de rendimientos del trabajo. Deliveroo involucra, además de a los empleados internos, más de 2.000 repartidores y 1.900 actividades comerciales, Glovo 2.500 repartidores y más 1.000 actividades comerciales.

Hay, por tanto, una gran cantidad de trabajo humano organizado por la plataforma. Parece, por tanto, que el factor determinante de la rentabilidad de las LP no radica en la mayor productividad del trabajo interno dentro de la estructura de la empresa (empleados propios), sino en el consumo de microempleo humano proporcionado por una fuerza de trabajo  externa

La naturaleza de estos servicios prestados a través de las plataformas laborales, conocida como “Gig-economy” o “economía de pequeños trabajos” varían considerablemente en términos de calidad y complejidad, desde minioperaciones, fragmentadas y particularmente repetitivas, actividades más complejas como la creación de componentes (bienes intermedios) digitales o la creación de un sitio web.

Uno de los aspectos más relevantes en el uso del trabajo de las plataformas laborales  es la caída de la remuneración del trabajo que en muchas Plataformas supone una rebaja de entre la mitad y el 30% del ingreso/hora. De forma que la masa relativa de plusvalía extraída por medio de la plataforma es muy superior a la de los mercados “normales” lo que constituye la base de la remuneración de la plataforma en forma de tasa o renta. Otro aspecto relevante es que la competencia en la venta de la fuerza de trabajo se produce a través de un mecanismo de “adjudicación” (a veces “instantánea”) por parte de la plataforma que genera un mecanismo de competencia entre los trabajadores individuales (relcionado con la precariedad del trabajo y las jornadas erráticas, de las “insuficientes” a las agotadoras.

Por ejemplo Amazon Mechanical Turk tiene 10 empleados y  500.000 trabajadores registrados (crowdworkers) con salarios medios de 10 dólares hora (21 dólares en la manufactura real) Clickworker 800.000 y un salario medio de 4 dólares hora.

La innovación introducida por las plataformas laborales de trabajo consiste por lo tanto en separar el proceso de determinación del trabajo excedente y, en consecuencia, la plusvalía (ganancia) de la valorización directa de su capital. No transformando directamente el trabajo excedente en plusvalía propia ( sólo de forma residual) en le interior de la empresa/plataforma  activando el capital fijo propio –informático- sino recolectando parte de la ganancia vendiendo el excedente de fuerza de trabajo  a clientes externos que la necesitan (De Minicis))

A los capitalistas digitales (la empresa-Plataforma)se les paga una parte del excedente producido y materializado en forma de dinero

La plataforma, por tanto, no es dueña de la mano de obra que utiliza en sus procesos productivos, pero tampoco es un intermediario laboral (caso de las ETT), porque es dueña de los medios y condiciones de producción (el “marco” de la plataforma).

De Minicis señala algunos aspecto importantes de esta organización del sistema de producción:

  • la dificultad, de establecer quién es el sujeto emprendedor del que depende: ¿el que compra el trabajo excedente de la mano de obra ocupada o quien la produce a través de la tecnología digital?
  • Y la segunda la reducción de la actividad laboral a una condición de profundo subempleo económico.

Si el trabajo excedente producido, de hecho, no está vinculada a las condiciones de producción de la Plataforma en términos de valorización del capital invertido mediante la captura directa de plusvalía de sus trabajadores  sino que ésta se vende, no tiene ninguna importancia el nivel salarial y las formas de protección del trabajo en la plataforma.

Y, sobre todo, cuanto más excedente de mano de obra se consigue disminuyendo el coste de su reproducción (salario), más aumentan los ingresos para la LP, hasta el límite posible de los pagos a destajo (De Minicis)

La Sostenibilidad … y el escenario

Si esta configuración del capitalismo de plataforma constituye una importante innovación del ciclo del capital cabe preguntarse sobre sus causas y límites.

No se puede en este sentido olvidar el entorno en que la plataformización de la economía se produce, caracterizado por el estancamiento del remuneración del trabajo, el declive de la productividad y el crecimiento de la desigualdad. En este sentido sería no tanto una transformación económica derivada de la tecnología cuanto un intento de superar estas dificultades que inevitablemnente arrastran procesos especulativos y beneficios ficticios (Lapavitsas) como ocurrió con la burbuja tecnológica o la fianciarización)

Por otra parte, la regulación legal del reconocimiento de la relación contractual (falsos autónomos) del  trabajo de plataforma (acompañada de tecno regulación de los propios algoritmos) destruye en la práctica el sistema de ganancias /rentas) de la Plataforma porque el plusvalor se produciría dentro de la propia plataforma (con sus propias articulaciones de capital fijo y variable)y en consecuencia no podría vender trabajo ecenete a las empresas finales (De Minicis).

Y si en realidad la plusvalía se produce fuera de la plataforma en un marco de estancamiento o debilidad del capital, la plataformización sería una salida al estancamiento a través de la precarización extrema de la fuerza de trabajo, pero está por ver si (como ha ocurrido con la financierización) proporcionará un cierto alivio o conducirá a la crisis de las plataformas

Efectos urbanos

Todo esto ocurre en la ciudad (las plataformas son urbano/metropolitanas), nuestro campo preferido de conversación y de hecho muchos de los efectos más aparentes, aquellos que nos han alarmado,  los hemos visto en la ciudad: la eclosión de los riders, de las furgonetas de reparto y la adaptación de la ciudad a la logística de última milla, las cocinas fantasma o el declive -que viene de lejos- del comercio de proximidad

Simultáneamente se produce una reorganización y un refuerzo de la concentración de capital y de la segregación y especialización del territorio. Concentración tanto geoestratégica (concentración de las empresas líder  en una sola región de los estados Unidos) como local (en Berlin dentro del ferrocarril circular) y una segregación por tareas: empresas de logística de ultima milla, de entrega y almacenaje en la periferia, “tocológicas” en el centro. De hecho el desarrollo de infraestructuras y servicios de plataformas de movilidad y cuidado, refuerza  áreas ya privilegiadas dentro de las ciudades.

En la ciudad las plataformas se benefician d eas externalidaes que crea la ciudad, densidad y heterogeneidad de la población, proximidad, sistema colectivo de infraestructuras (hay diverso estudios que muestran el sistema combinado púbico-privado de movilidad de estas plataformas) apropiándose de rentas de posiciòn, parte de las cuales absorbe (Airbnb) y en última instancia al igual que ocurre en con el trabajo performa el espacio de las ciudades a su servicio .

Y si la lucha contra el sistema d explotación del gig-work es difícil, el combate contra esta ciudad performada por las plataformas parece serlo aún más como muestran las experiencias recientes. Incluso en el caso de que las administraciones locales percibieran y combatieran los efectos negativos –cosa que no ocurre en la ciudad de Madrid) la velocidad de los procesos y la flexibilidad del capital saltando de negocio en negocio (ahora los coches, luego los patinetes…) hace que muchas veces la regulación llegue cuando el negocio ha sido consumado.