Fecha: 4 de noviembre de 2010
Intervienen:
BASURAMA
CSA LA TABACALERA DE LAVAPIÉS
PAISAJE TRANSVERSAL
ZOOHAUS.
Modera: Fernando Fernández Alonso, Club de Debates Urbanos
Audio completo
Crónica del debate:
Dentro de Madrid—ciudad y región urbana—el Club de Debates Urbanos, fundado en 1993, es una de las escasas instituciones dedicadas a organizar y estimular el intercambio de informaciones y opiniones en torno a los problemas urbanos y territoriales de ámbito local o general. Probablemente la más veterana, junto con las Asociaciones de Vecinos cuyos objetivos y significado son claramente diferentes.
Durante años el Club ha funcionado en la ciudad, apoyado desde el principio por sus fieles socios y por el Círculo de Bellas Artes, como organización pionera, relativamente aislada en medio de la indiferencia generalizada de los medios de comunicación, la opinión pública y las nuevas generaciones universitarias. Pero, afortunadamente, esto ha empezado a cambiar en la última década, en especial dentro de la Escuela de Arquitectura de Madrid pero también en otros ámbitos universitarios y profesionales. Una nueva generación de jóvenes desencantados con las salidas extraordinariamente individualizadas y formalistas que les ofrece la Escuela se han organizado en colectivos y grupos de interés que han acabado por desbordar los límites escolares y trasladarse a la ciudad y a la sociedad. Reunir estas “emergencias” y permitir la confrontación colectiva y abierta de sus objetivos e intereses ha sido el motivo de esta sesión del CDU, organizada y moderada por el arquitecto-urbanista Fernando FERNÁNDEZ.
Inicialmente se convocó a 4 colectivos, BASURAMA, OBSERVATORIO METROPOLITANO, CSA TABACALERA y ZOOHAUS, uno de ellos, el OBSERVATORIO, no pudo asistir siendo sustituido por PAISAJE TRANSVERSAL que también había sido convocado a la tradicional “fila 0”. Ha sido desafortunada la ausencia del Observatorio Metropolitano, probablemente el colectivo más crítico e ideologizado de los que funcionan en la ciudad. Su publicación del 2007 “Madrid, ¿la suma de todos?” sigue siendo una referencia indispensable para conocer el significado profundo de las ingentes transformaciones físicas y sociales que viene sufriendo ciudad y área metropolitana.
BASURAMA surge en el 2001 en la Escuela de Arquitectura de Madrid, reivindicando de forma abiertamente contestataria en el tabernáculo del diseño y la estética el potencial expresivo y material (como recurso reutilizable) de los infinitos residuos que genera la civilización industrial-urbana. Se definen a sí mismos como grupo plural, sin ideario establecido ni adscripción partidista. Su incorporación profesional durante el último lustro, cuando van abandonando las aulas, ha sido igualmente atípica: proyectos para la Casa Encendida, la Agencia Española de Cooperación, el Ayuntamiento de Madrid, etc., coronados este otoño por la organización de la Noche en Blanco de la capital. Los rozamientos, las fricciones con las instituciones que los patrocinan, han sido constantes, pese a su voluntad de no posicionarse de entrada frente a ellos, de intentar coexistir; de, en palabras de su portavoz esta noche, Benjamín Castro, ”explorar nuevas realidades relacionales”. Si bien es cierto para un observador externo que su perfil—tan claramente definido dentro de la Escuela—se ha diluido un tanto durante los últimos años.
El CENTRO SOCIAL AUTOGESTIONADO (CSA) TABACALERA DE LAVAPIÉS es otro colectivo plural de contornos bastante diferentes. Surge en torno a las iniciativas de “okupación” de inmuebles vacíos, estratégicamente situados, con frecuencia en espera de ocasiones especulativas (cambios de uso de dotacional a residencial, etc). El PATIO MARAVILLAS, un antiguo colegio en una barriada popular del centro, cercano al Cuartel del Conde Duque, fue, hasta ser desalojado recientemente, un centro de referencia igualmente apreciado por los vecinos debido a sus numerosas iniciativas sociales como por los sectores más inquietos e innovadores de la juventud (grupos como BICICRÍTICA o el propio PAISAJE TRANSVERSAL colaboraron con frecuencia con el PATIO). Íntimamente ligada con esa actividad está la de apoyo a inquilinos en riesgo inminente de desahucio (ahora mismo los de la calle Huerta del Bayo nº 11), habitualmente para posibilitar la rehabilitación para apartamentos de lujo de sus respectivos edificios. Reivindican permanecer en el antiguo y gigantesco inmueble de Tabacalera, al Sur de Lavapiés, y seguir organizando allí todo tipo de actividades y talleres, defendiendo ese tipo de uso social y autogestionado frente a las iniciativas centralizadas y previsiblemente elitistas que lo pretenden transformar (con un coste previsiblemente elevado) en el enésimo contenedor cultural de diseño, junto con el Reina Sofía, Matadero, Conde Duque, etc.
El perfil de ZOOHAUS (portavoz, Elisa Vega) es más ambiguo que el de los dos colectivos anteriores. Esta formado mayoritariamente por jóvenes arquitectos reunidos en principio en torno a los Concursos EUROPAN. La exposición de su portavoz, apoyada en unas imágenes en permanente rotación, no resulta demasiado clara. Se habla de una serie de proyectos: “ Su última voluntad” (Gijón), “Madrid Abierto”, festival de arte urbano organizado por el Ayuntamiento de Bilbao, “Inteligencia Colectiva”, etc., que no hacen fácil centrar, al menos para este relator, la línea de continuidad que pretenden establecer. Aunque al final se concluye (de manera ciertamente ambiciosa) que el colectivo pretende diseñar “innovaciones en torno a cómo se gestiona y cómo se participa en las decisiones que se toman en la ciudad”.
Finalmente PAISAJE TRANSVERSAL (portavoz, Iñaki Romero), integrado por estudiantes de los últimos cursos de Arquitectura, se define a sí mismo por su interés específico en la ciudad, el territorio y el urbanismo, posicionamiento claramente minoritario en una Escuela dominada por el paradigma autista y estetizante del “proyecto edificatorio”. Quieren ser “críticos, analíticos y rigurosos”; pese a su condición todavía estudiantil han organizado durante los últimos años hasta tres Talleres de reflexión e intervención alternativa sobre amplios espacios urbanos y suburbanos del área metropolitana de Madrid (Arganzuela, corredor de la A-1, etc). No les preocupa identificarse frente a las tendencias disciplinares dominantes: críticos con las “arquitecturas milagrosas” (Llatzer Moix) que pretender resolver en un solo y grandioso acto creador los problemas de una ciudad o una comarca urbana; críticos con la concepción del “creador singular omnipotente” frente a visiones más interdisciplinares y complejas; críticos por fin con una administraciones que se perciben en exceso lentas y alejadas de los problemas de los ciudadanos. Su página web pretende ser un espejo de sus posiciones a la vez que un revulsivo de cara sus compañeros de generación.
Durante el Coloquio resulta muy aclaradora la distinción que se hace entre los “colectivos que desarrollan proyectos para clientes determinados”, en general públicos (BASURAMA, ZOOHAUS) y los colectivos que se definen como “movimientos sociales” cuyas iniciativas tienen un carácter más autónomo y reivindicativo (CSA TABACALERA). Distinción que yo, que no intervine en el Coloquio, ampliaría a una triple distinción, no necesariamente excluyente:
—-crítica sistémica, centrada en investigaciones y publicaciones que intenten desentrañar los mecanismos contemporáneos de manipulación y dominio social (v.g., OBSERVATORIO METROPOLITANO)
—-organización y animación social a escala de barrio y apoyo a grupos desfavorecidos o en riesgo (cercano en este último objetivo al clásico “advocacy planning” anglosajón). TABACALERA CSA parece un buen referente de esta especialización.
—-producción de eventos culturales más o menos alternativos, aunque habitualmente financiados por las instituciones (BASURAMA).
A partir de aquí buena parte del debate se polariza, como era previsible por su visibilidad y proximidad temporal, en el carácter de actividades como la organización de la última Noche en Blanco: ¿simple colaboración a mayor gloria de un poder municipal en manos de la derecha política u ocasión perfecta para estimular el disfrute colectivo de un espacio público liberado de coches y de un tiempo ilimitado y festivo, la noche de un templado sábado otoñal? Las intervenciones se decantan entre las más críticas (Javier Alau, Alvaro Bonet) a las más comprensivas (Alfonso Sanz, Josefina Gómez de Mendoza). Se apunta desde la Mesa que “se hace lo que se puede y de la mejor manera que se puede”. Vicente Patón subraya el carácter complementario de ambas visiones y Luis Delgado Zorraquino, desde su envidiable exilio en Río de Janeiro, cierra el acto, despidiéndose de todos los amigos, antiguos y recientes.
Ramón López de Lucio, arquitecto
Miembro de la Junta Directiva del Club de Debates Urbanos