MANUEL DE SOLÁ MORALES : ARQUITECTO-URBANISTA_Luis Moya

Solá ha fallecido en febrero del 2012, a la edad de 73 años en plena actividad
profesional. Es uno de los grandes arquitectos urbanistas cuyas teorías y trabajos han
creado una sólida escuela de pensamiento, con un gran número de seguidores.
Se puede decir que es el primer arquitecto que propugna a finales de los años “60” del
siglo pasado, una visión y una práctica propias desde la arquitectura; es decir desde el
análisis morfológico y la propuesta a través del proyecto urbano. Se inició en el estudio
de Ludovico Quaroni (1963-64) y en la Scool of Design de Harvard con Llosep Lluís
Sert (1964-65). Desde entonces conjugó su actividad profesoral como catedrático en la
Escuela de Barcelona, con la actividad profesional. Creó el Laboratorio de Urbanismo,
conocido por sus publicaciones seminales, y fue la persona determinante en la
organización espacial de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Solá representa lucidamente el camino intermedio entre la arquitectura y el urbanismo,
actividades en paulatino divorcio como consecuencia de los procedimientos inútilmente
especializados de cada uno de ellos. Lo demuestran sus trabajos con Rafael Moneo, en
Lakua, Vitoria y la Illa de la Diagonal en Barcelona. Su especialidad ha sido
precisamente desarrollar la complejidad de la ciudad y su territorio en los
emplazamientos más difíciles como la revitalización de los frentes marítimos; en Italia
Nápoles, Génova y el Porto Vecchio de Trieste (1998-99). Quizá el proyecto más
emblemático de la fusión entre arquitectura y urbanismo ha sido el Barrio de vivienda
social de la Sang en Alcoi (Premio FAD 1999)

En fin Solá no ha dejado ningún campo que pudiera influir en un cambio en el enfoque
del urbanismo: publicaciones académicas como “Las formas de crecimiento urbano”,
libros como “Materiales de la Ciudad”, creación de revistas de gran impacto como
“Arquitectura Bis”, la dirección de una colección de Gustavo Gili con libros y
traducciones sobre el proyecto urbano, e incluso su dedicación a la gestión académica
como director de la Escuela de Barcelona y su Departamento, así como a la
participación en procesos de evaluación del profesorado.

A Manuel que procedía de una familia de buenos arquitectos (su abuelo, su padre, y su
hermano Ignacio), le recordaremos también como amante de la música y de su pequeño
país, Cataluña; y como una persona amable, educado y generoso intelectualmente con
los que entonces éramos jóvenes arquitecto-urbanistas que le pedíamos consejo.

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