Intervienen:
Andrés Walliser. Sociólogo, UCM.
Marimar Amoedo. Grupo motor de «Somos Tribu Vallecas».
Jesús Leal. Catedrático emérito de Sociología.
Presenta y modera:
Pedro Uceda Navas. Sociólogo. Miembro del CDU.
Fecha: Miércoles 30 de noviembre de 2022 a las 19,00 horas
Lugar: Sala Ramón Gómez de la Serna. CÍRCULO DE BELLAS ARTES
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La imposición del modelo neoliberal en la ciudad a través de las privatizaciones, la mala gestión o la externalización de ciertos servicios básicos, repercute de manera directa y negativa en las condiciones de la vida cotidiana de sus vecinos; siendo más sangrante aun cuando estos ven cómo se le pone precio a cualquier servicio público que fue conseguido a fuerza de tesón y de reivindicaciones ciudadanas.
Además de las desigualdades generadas por el modelo neoliberal de la ciudad, la inclusión de la mujer en el mercado de trabajo desde los años 70 ́s han generado una serie de cambios sociales que han repercutido no solo en la mayor carga de trabajo de la mujer en las esferas tanto públicas como privadas, si no en la citada mercantilización de unos servicios que tradicionalmente se hacían en el hogar por parte de estas.
En la actualidad, en el ámbito de los servicios destinados a los cuidados se reproducen pautas de desigualdad y precariedad laboral entre los colectivos que se ven abocados a trabajar en este nicho laboral, a menudo desregulado y precario con una fuerte feminización y presencia de población migrante, y que termina por favorecer a las clases sociales de rentas más altas que son las que pueden financiar la provisión de este tipo de servicios.
Las ciudades, pensamos, deben ser espacios en los cuales se fomente el convivir, el buen vivir, el arraigo y la solidaridad, algo que en las últimas décadas, con el cierre o la decadente gestión de entidades públicas de carácter social se intenta destruir; se ha fomentado un mercado de servicios que tiene efectos desiguales entre la población que puede disfrutarlos y la que no. Las necesidades no abarcan únicamente a las tareas de los cuidados de niños o mayores, sino a la dotación a muchos hogares de recursos básicos como son alimentos, acompañamiento sanitario, vivienda, etc. Es importante señalar, llegados a este punto, que cada vez mayor número de familias de la denominada clase media y con sus integrantes disfrutando de empleo, tienen dificultades para poder llegar a fin de mes y más en un periodo inflacionista como el actual, lo que pone de relieve la necesidad de recuperar por parte de la ciudadanía este tipo de recursos públicos que garanticen poder disfrutar de una vida digna.
En este contexto de falta de iniciativas públicas que fomenten la solidaridad se dan tramas comunitarias que, aunque se pensaran desaparecidas, se mantienen mediante iniciativas de cuidados colectivos en las que priman la ayuda mutua y la solidaridad.
Este hecho se ha visibilizado especialmente en el contexto de pandemia, en la que unos servicios sociales saturados y las trabas burocráticas de diferentes administraciones generaron que centenares de colectivos, asociaciones vecinales y nuevas formas de organización nacidas en el contexto de la pandemia se lanzaran a cubrir una demanda creciente de alimentos, cuidados o de atención emocional a los diversos colectivos, especialmente los mayores permiten sobrellevar los dolores de la pandemia ante la ausencia del papel de la administración.