El viaje a la construcción de la superperiferia de Madrid

El pasado marzo el Club de Debates organizo un recorrido por la periferia metropolitana de Madrid. Resultado de ese recorrido, transmitido por streaming y twitter por Paisaje transversal, Fernando Fernandez, miembro de nuestra Junta Directiva, reflexiona en este texto, publicado tambien en el blog de PT, del aprendizaje fruto de dicho recorrido

«Seis horas en la periferia metropolitana de Madrid», el viaje organizado por el Club de Debates Urbanos de Madrid en marzo de 2012, es, antes que un tour crítico por un espacio que se escapa entre las manos y los ojos habituados a la trama urbana, un recorrido de aprendizaje y reconocimiento por la nueva ciudad-territorio.
En las sucesivas coronas que envuelven la ciudad central, se desarrollan profundos cambios en las relaciones entre procesos y agentes transformadores de la ciudad, que reutilizan con nuevos fines el crecimiento, la función y la forma. Aquí van algunas reflexiones sueltas sobre la ciudad y el urbanismo contemporáneos  que surgen a raíz de aquel peregrinaje por la periferia madrileña. 
Imagen 1: PAU de Vallecas (fuente: Cristina Cañedo-Argüelles).
1.- Hay más periferia en el interior de la M30/Calle 30 que en su exterior, donde, si no existe un centro en el que cada día se representan las decisiones sobre nuestro horizonte político y económico, sí están presentes las más grandes dinámicas de modificación de las formas de vida y la ciudad. Fuera y dentro son lugares que se identifican en función de la posición del observador.  
Estas dinámicas son veloces, intensas, aceleradas, de gran escala. Después del safari en autobús, el descanso peatonal y melancólico en el bulevar de la Villa de Vallecas (Paseo de Federico García Lorca) debería hacernos reflexionar sobre el tiempo que es necesario para formar y reformar la ciudad, y por tanto para la propia crítica sobre lo nuevo:ni el bulevar de la Villa ha sido siempre este lugar, ni la gran Avenida del Ensanche de Vallecas, que tiene todavía más de PAU que de Ensanche, se mantendrá en este estado.
Imagen 2: El viaje a la construcción de la superperiferia (fuente: Fenando Fernández Alonso).
 2.- En el recorrido surgió el recuerdo de Solá Morales y la interpretación de las formas del crecimiento de la ciudad a partir de la combinación de la operaciones parcelación + urbanización + edificación (P+U+E). Lo que vimos a lo largo del viaje, y especialmente en el PAU de Vallecas, la Cañada o Cobo Calleja, son distintas formas de utilización y construcción del territorio metropolitano, que pueden ser interpretadas con una revisión de los procesos P+U+E y el papel de los agentes que intervienen en el crecimiento.   
La ciudad se construye ahora con la suma de agentes que podríamos ordenar como agentes de creación de la ciudad («conceptualizadores», siendo generosos), agentes de producción y agentes de ocupación, que utilizan el territorio urbano y periférico con distintos fines y en distintas etapas: residentes, industriales (productores de actividades económicas en general, incluyendo terciario, turismo, etc.), inmobiliarios, políticos, agentes sociales, profesionales, responsables medioambientales, gestores del marketing urbano, etc.
Actualmente el territorio es utilizado por estos agentes, más que construido. Se utiliza para residir, producir, consumir, proteger, pero también para promover, edificar, financiar, traficar; si los procesos de relación con el medio se han legalizado y homologado[1], los intereses de especulación clásicos se han complejizado y magnificado. Necesitamos, en este momento de caída libre económica y parada generalizada de la actividad urbanizadora, revisar cual es el origen de los fenómenos de extensión recientes: gran parte de la ciudad vista en el viaje a la periferia no crece por impulso propio, sino obligada por motivos externos a su funcionamiento, con grandes escalas, agresivos planes y forzados programas que conllevan graves efectos secundarios a corto y largo plazo.  
3.- La ciudad tradicional ha asumido, en el mejor de los casos, los procesos P+U+E para llegar a un fin, equilibrando el peso de cada uno de ellos en función del objetivo y los medios disponibles. Es el objetivo —dar vivienda, crear un espacio para la producción industrial, incluso la creación de un espacio político-público representativo, etc.— y la magnitud del cambio en el soporte de partida el que debería  articular la relación entre los procesos.

Las ciudades desequilibradas clásicas tienden hacia uno de los factores y ese procedimiento parcial es utilizado, por los distintos agentes, para un beneficio concreto. La construcción de Cobo Calleja y La Cañada, sectores rotos de nuestra ciudad, ha sido primero utilizada con fines especulativos o marginales, reabsorbidas en la trama metropolitana por la administración o nuevos pobladores, o definitivamente desequilibradas aún con más gravedad por conflictos como el narcotráfico.
Imagen 3: Poligono de Cobo Calleja en Fuenlabrada ( fuente: Cristina Cañedo-Argüelles).
4.- Es difícil, en el «primer mundo», y dentro de la legalidad, romper el equilibrio P+U+E… Y sin embargo, los procesos de crecimiento de la ciudad están plenamente sometidos ya a un proceso de sobreutilización y sobreexplotación del territorio metropolitano que, claramente, lo hace. Actualmente, los actores y el orden de magnitud han cambiado y tenemos que encontrar nuevas formas de interpretación. 
Lo que vimos en el Ensanche de Vallecas es una hipertrofia de los factores relacionados con el gasto, que no con la inversión; es decir, con el papel más que preponderante de los agentes de producción:

  • La escala del elemento de partida, el suelo / parcelación, incrementando las posibilidades de ganancia en el primer paso del proceso para el propietario de suelo rústico, quién puede desligarse así del resto de las actuaciones y de su interés real.
  • El coste de la urbanización, que suma, al tamaño, un modelo de ordenación con grandes y costosas infraestructuras.
  • La producción de edificación, con un número tan elevado de viviendas que solo tiene sentido si se genera una nueva clase de compradores reconvertidos en pequeños inversores y especuladores.
¿Para qué todo este cambio? Para convertir el urbanismo en un proceso de enriquecimiento por etapas, que desvincula la transformación urbanística del suelo de la urbanización y de la realidad de la demanda final. No importa que no haya mercado de vivienda, industria o terciario suficiente, como no importa que no haya pasajeros para los trenes o aviones ni ociosos para los parques temáticos, siempre que haya, para los grandes inversores, suficientes vías de salida en el recorrido hacia la ruina.El hilo conductor es el crédito hipotecario, que como estamos viendo en la actualidad, ha trasladado el riesgo y la pérdida, finalmente, a la sociedad.
El urbanismo como sistema intelectual para la creación y regeneración de la ciudad ha quedado tan sobreexpuesto a los agentes económicos y políticos que ya solo genera desconfianza y melancolía. 

[1] Propongo un viaje a los espacios protegidos por la legislación ambiental, contrastando lo natural-natural con lo natural-antrópico y su estado de conservación.

Fernando Fernández es arquitecto-urbanista, socio de AUIA, profesor asociado de urbanismo en la ETSA de Madrid y secretario del Club de Debate Urbanos de Madrid.

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Actualidad: Ley ViRuS

 El pasado 9 de julio, con verano y alevosia, la Comunidad de Madrid aprobó el proyecto de Ley de Viviendas Rurales Sostenibles, tambien conocido como Ley ViRuS

El Club de Debates Urbanos, que  se ha opuesto a la ley desde el principio de su tramitación (véase el comunicado de ASA, al que nos adherimos) presentó el pasado 20 de junio las siguientes sugerencias, que no han sido tenidas en cuenta por la Comunidad

Texto del acuerdo de aprobacion del Proyecto de  Ley de Viviendas Rurales Sostenibles

Presentación de la aprobacion del proyecto de Ley en la Asamblea de Madrid

SUGERENCIAS DEL CLUB DE DEBATES URBANOS AL BORRADOR DEL ANTEPROYECTO DE LEY DE VIVIENDAS RURALES SOSTENIBLES

SR. SECRETARIO GENERAL TÉCNICO
CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
C/ Alcalá, 16 / 28014 Madrid
Madrid a 20 de junio de 2012

El CLUB DE DEBATES URBANOS, asociación inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones de la Delegación de Gobierno de Madrid  con el NºP  13.198, con NIF nº G80634355 y domicilio en la c/ Joaquín Costa nº 61, 4º dcha.1 / 28002, Madrid, representado por su presidenta Teresa Arenillas Parra,

EXPONE,
Que ha tenido conocimiento de la apertura de un plazo de 10 días a contar desde el lunes 11 de junio de 2012 para presentar sugerencias al texto del borrador del anteproyecto de Ley de Viviendas Rurales Sostenibles que se encuentra en tramitación por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y teniendo en cuenta el impacto que dicha norma podría tener sobre el  medio ambiente de la Comunidad de Madrid, así como sobre los principios básicos del urbanismo, presenta las siguientes observaciones y
SUGERENCIAS :
1._La valoración general que el anteproyecto merece es totalmente desfavorable, por su carácter regresivo y por contradecir manifiestamente principios básicos de la Ley del Suelo del Estado( TRLS 2/2008) y también de la Ley del Suelo de La Comunidad de Madrid  9/2001, que constituye su referencia, aunque tenga el mismo rango normativo.
2._Desde el punto de vista conceptual parece un insulto a la razón al denominar “vivienda rural sostenible” a unas viviendas que objetivamente no son ni rurales ni sostenibles.
   No son rurales puesto que el anteproyecto las desvincula de las labores del campo y les confiere una condición asépticamente residencial.
   No son sostenibles ya que el modelo propuesto de ocupación dispersa del territorio y movilidad sistemática y periódica está perfectamente documentado en todos los foros científicos como ejemplo de insostenibilidad.
   Se ignoran los probables impactos ambientales de la propia instalación y de las infraestructuras derivadas y se niega a los Ayuntamientos la posibilidad de estudiar su territorio, con especificidades ambientales y paisajísticas indudables, para en función de ello decidir cómo y dónde se debe actuar.
   Por otra parte, el anteproyecto no propone exigencias bioclimáticas de ningún tipo a la edificación, ni siquiera como gesto.
   En definitiva, se ignora, o desprecia, el conocimiento existente y se camina en el sentido contrario a la sostenibilidad.
3._Desde el punto de vista legal choca frontalmente contra el artículo 13.1 del TRLS, que tiene carácter básico y dice así:
«1._ Los terrenos que se encuentren en el suelo rural se utilizarán de conformidad con su naturaleza, debiendo dedicarse, dentro de los límites que dispongan las leyes y la ordenación territorial y urbanística, al uso agrícola, ganadero, forestal, cinegético o cualquier otro vinculado a la utilización racional de los recursos naturales.
Con carácter excepcional y por el procedimiento y con las condiciones previstas en la legislación de ordenación territorial y urbanística, podrán legitimarse actos y usos específicos que sean de interés público o social por su contribución a la ordenación y el desarrollo rurales o porque hayan de emplazarse en el medio rural.»
No parece que  haya forma de justificar que estas viviendas se hallan vinculadas a la utilización de los recursos naturales, ni que una norma genérica como la que se pretende articular responda a este carácter excepcional ni respete las legislaciones de carácter territorial ( ley del Suelo de Madrid 2001) y urbanístico ( planeamientos municipales).
4._ ¿ Cómo se podrá elaborar la evaluación y seguimiento de sostenibilidad exigida por el artículo 15 de la Ley del suelo Estatal 2/2008? ¿¿Deberá entenderse que cada 6 ha. habrá una vivienda y de ahí deducir la viabilidad de los recursos hídricos necesarios ¿ ¿ Y los impactos de los accesos viarios o conducciones eléctricas?
   ¿ Cómo se garantizará, de acuerdo al art.3 de la Ley  del Suelo del Estado 2/2008 la participación de la comunidad en las plusvalías generadas y, el derecho a la información de los ciudadanos afectados por estos procesos si se niega la información pública?
5._Además de ese choque frontal con la legislación básica del Estado, puede producirse también conflicto en relación con la legislación y la planificación ambiental. El artículo 1 del borrador permite implantar estas viviendas en todo suelo «no sujeto a protección sectorial», pero no dice nada del suelo sujeto a protección ambiental. La pretensión de que prevalezca sobre cualquier norma o planeamiento «que incida sobre el mismo ámbito material» llevará asimismo a conflictos con los planes de espacios naturales protegidos, lo cual puede llevar también a conflicto con la legislación básica del Estado en materia de medio ambiente.
6._El anteproyecto contiene un autorización general para construir viviendas rurales, a las no se entiende por qué califica de “sostenibles”, salvo por el prurito de utilizar un término de moda, que en este caso parece una patente de corso para perpetrar cualquier desmán urbanístico. Las viviendas tienen que ser sostenibles para que no se caigan, pero esto no hace falta decirlo en una Ley, ni tiene nada que ver con el concepto de sostenibilidad ampliamente desarrollado por instituciones españolas, europeas y mundiales en los últimos años. El anteproyecto ignora o desprecia todo el conocimiento creado y consensuado al   respecto y en algunas ocasiones firmado por la propia Comunidad de Madrid.
7._Más que viviendas sostenibles son viviendas para ricos, pues la superficie mínima (6 Has) no está al alcance de cualquiera. Pero lo más grave es que esas viviendas se configuran como auténticos islotes urbanísticos, con la coartada de que su implantación no le va a costar un euro a la Administración, ya que las conexiones con las redes de servicios serán a costa del propietario-promotor respectivo. Visto con perspectiva histórica, este enfoque sólo puede calificarse de regresivo, porque deja la construcción de viviendas a criterio del propietario del suelo, para facilitarle una idílica vida en el campo, mientras se desplaza cotidianamente a la ciudad. ¿Eso es movilidad sostenible?
8._ Hay que tener en cuenta también que las ordenanzas municipales suelen exigir que toda vivienda se conecte a las redes de suministro de agua y alcantarillado, lo cual obligaría a realizar obras de urbanización, que la legislación estatal también prohíbe en suelo no urbanizado. Los Ayuntamientos que quieran acoger este tipo de viviendas tendrán que reformar sus ordenanzas para permitir las viviendas con saneamiento mediante fosa séptica. En cualquier caso ¿ No podrán exigir estudios de impacto ambiental para los efectos que pudieran producir cualquiera de estas instalaciones?
9._Salpicar el medio rural de viviendas fruto del mero capricho individual no parece muy coherente con la configuración del urbanismo como función pública y está en manifiesta contradicción con principios básicos de la Ley del Suelo de Madrid. En efecto:
a)La citada Ley, a diferencia de la mayor parte da las autonómicas, califica a todo el suelo no urbanizable “de protección” (arts. 13 y 16). Esto significa, sencillamente, que todo el suelo rústico está protegido. Por consiguiente, carece de sentido la afirmación de que el nuevo uso “podrá implantarse en todo el suelo sin protección sectorial” (art. 1, párrafo 2º del anteproyecto). ¿La protección de la legislación sectorial es la única a tener en cuenta? ¿Qué legislación se considera sectorial a estos efectos? ¿No significa nada la contenida en la propia legislación urbanística o en los planes? Tal como está redactado, el anteproyecto impide al planificador municipal excluir la construcción de viviendas en determinados suelos, lo cual, francamente, es incomprensible. También es pintoresca la definición de “campo” como “el suelo no sujeto a protección por Ley sectorial” (Exposición de Motivos, párrafo 4º). Si está protegido ya no es “campo” porque no se puede construir en él una vivienda.
b) La propia Ley del Suelo de Madrid sólo autoriza la vivienda como uso accesorio del agrícola, forestal, cinegético o análogo (art. 29.3.a). El anteproyecto invierte el planteamiento y permite la construcción de viviendas al margen de esos usos, con la finalidad principal de que habiten en ella “urbanitas” que buscan la calidad ambiental del “campo”. Esto no es llenar un hueco de la Ley de vigente, como dice la Exposición de Motivos (“la Comunidad de Madrid no dispone en la actualidad de una regulación detallada, pormenorizada y ágil, que posibilite la implantación de este uso en el suelo rural”), sino contradecirla frontalmente.
c) La repetida Ley autonómica exige para actuar en suelo no urbanizable de protección la obtención de la calificación urbanística, que debe otorgar la Administración regional con carácter previo a la obtención de la licencia municipal. El anteproyecto elimina de un plumazo ese requisito y también la intermediación del planeamiento, como ya hemos señalado. Para construir viviendas en suelo rústico no habrá planes, ni normas ni calificaciones urbanísticas. El anteproyecto lo permite directamente sin otro requisito que el cumplimiento de los parámetros que establece su Anexo y sin más limitaciones que las derivadas de la legislación sectorial. La urbanística y el planeamiento de esta índole no cuentan. Aprobada la ley, la Administración regional renuncia a cualquier control de la construcción de viviendas en el medio rural, salvo lo que después se dirá sobre el informe de legalidad de la Comisión de Urbanismo. ¿No tienen responsabilidad la Administración regional sobre el uso que se haga del territorio?
10._ El resultado es que para construir viviendas en el “campo” sólo será necesaria la licencia municipal. Esta se otorgará sin control alguno de la incidencia ambiental, pues bastará una declaración responsable del promotor (art. 6), que sustituye a la antes mencionada “calificación” y se establece un régimen de silencio positivo para su otorgamiento, si el alcalde no resuelve en el plazo de dos meses (art. 7). Esto es contrario a la legislación estatal, que establece un régimen de silencio negativo para las autorizaciones urbanísticas en los supuestos que menciona, entre los que figuran las obras de edificación, construcción e implantación de instalaciones de nueva planta y la primera ocupación de las edificaciones de nueva planta (art. 23 del Real Decreto-Ley 8/2011, de 1 de julio). Por consiguiente, esa previsión del anteproyecto es contraria a la Constitución, por infringir legislación básica estatal.
11._En relación con el procedimiento de otorgamiento de las licencias, el anteproyecto prevé la posibilidad de solicitar informe a la Comisión de Urbanismo de Madrid si la resolución municipal fuera denegatoria (art. 7), pero no dice cuáles serán las consecuencias de un informe favorable. Parece que se pretende reforzar la posición jurídica del promotor, facilitándole el apoyo de la Administración regional si no ha conseguido el de la municipal. El mecanismo recuerda al de la subrogación de las Comisiones Provinciales de Urbanismo en las competencias municipales para el otorgamiento de licencias. Pero dicha subrogación ha desaparecido por ser contraria a la autonomía municipal. Por la misma razón, debería suprimirse la intervención de la Comisión de Urbanismo de Madrid mediante ese extraño informe de legalidad posterior a la resolución municipal. Si ésta es denegatoria, lo que tendrá que hacer el promotor es interponer recurso ante quien corresponda.
12_La regulación de la altura máxima de la edificación con la medida de 3,50 metros al alero, sin regular fondos edificables, pendientes de cubierta etc. es cuando menos pintoresca.
13._ En resumen, debería reconsiderarse en su totalidad esta singular iniciativa, que pretende amparar la construcción indiscriminada de viviendas en el medio rural, sin posibilidad de intermediación del planeamiento urbanístico y sin intervención alguna de la Administración regional, salvo a posteriori a través de ese extraño informe de legalidad sobre la resolución municipal denegatoria. Cuando hay tantas viviendas sin vender y tantos suelos urbanizables sin desarrollar, no se puede considerar prioritario facilitar su construcción en el medio rural con un planteamiento simplista que supone  la quiebra de principios básicos de la legislación urbanística con el único argumento de que no le van a costar un euro a la Administración, lo que, por otra parte, habría que determinar.
En base a todo lo expuesto  se  SOLICITA que la Consejería de Medio Ambiente no prosiga con la elaboración de la ley de Viviendas Rurales Sostenibles al carecer de justificación y suponer un grave impacto para el medio ambiente.
Madrid 20 de junio de 2012
Fdo. Teresa Arenillas
Presidenta del Club de Debates Urbanos
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Manuel de Sola Morales: Los años de Malaga, por Damian Quero

Damian Quero ha tenido la bondad con nosotros este texto sobre Solá que ha escrito para extenso homenaje que le ha dedicado la revista D´UR, en el que tambien escriben algunos de nuestros socios y/o premiados (Eduardo Mangada, Oriol Bohigas, etc) y que por su interés os recomendamos.
Los años de Málaga. Damián Quero Castanys.
Cuando Quaderns me encargó en 1982 escribir la presentación de Manuel de Solà-Morales en el número especial dedicado a él y a Joan Antoni Solans, llevábamos Manuel y yo dos años trabajando en el plan general de Málaga; él asesorando y yo en la elaboración. Había sido una experiencia tan vitalmente transgresora como disciplinarmente constructiva, que marcó tanto el estilo como el contenido de mi texto para Quaderns, escrito como narración de la formación de un pensamiento(1). Trataba de mostrar cómo el pensamiento, el impulso teorizador, es tanto construcción racional como experiencia individual.

Desde entonces he sabido que para entender el mundo cada uno ha de inventar la existencia, anudar su percepción sensible, sus emociones, el arte y las pulsiones éticas con lo racional. En el tejer de la propia existencia, como en el devenir de las ciudades, la continuidad del pensamiento, los tiempos y las tradiciones se mezclan con las transgresiones, con las discontinuidades, las diferencias y lo contingente.

Nunca supe dónde se anudaban ni cuáles eran las coincidencias entre nosotros que fundaron la amistad de aquellos años, ni porqué aceptó mi invitación a una tarea tan esforzada como asesorarnos en el plan de Málaga, ni ya lo sabré tras su ida sin ocasión para el adiós. En cierta ocasión bromeamos con mi apellido Castanys, de Olot siendo yo andaluz, y el suyo Morales, de Sevilla, en uno que venía de Olot: entrelazado territorial que perdía sentido a medida que se disolvía la charla sobre identidad del territorio en la noche canalla de Torremolinos en compañía de Salvador Moreno y Pepe Seguí.
Después de su inicial excurso disciplinar en la economía y del mío en la sociología, con la llegada en aquellos años a la geografía, a la topología y el regreso a la arquitectura, compartimos con muchos colegas y en muchas ciudades un alborozo que impregnó el oficio del urbanismo, y que ahora se aprecia, no sin  envidia, en aquel viejo artículo de Quaderns. Era la satisfacción de experimentar la reversión de lo irreversible.
En los años de Málaga, a la edad en la que todavía nos está permitido experimentar la tensión entre la inmadurez personal y lo trascendente del exterior, Manuel recorría, como yo lo explicaba entonces de él, el camino “de la teoría al paganismo post-ilustrado”. Reanudar, reconstruir la continuidad y a la vez transgredirla. Recuperábamos entonces viejas propuestas que nos traía de palabra y en planos de su archivo Don José González Edo, el último representante en Málaga del Movimiento Moderno, con quien todavía pudimos discutir sus ideas sobre ejes, direcciones de crecimiento, bordes y posición de los parques. Que se modificaban al insertarlas en la nueva complejidad de la ciudad.
Reanudar el hilo perdido de la vivienda en la arquitectura moderna, tarea especialmente querida por Manuel, se hacía simultáneo con sus hallazgos, de apariencia frívola y objeto frecuente de rechazo por las academias de la teología urbana. Las nociones de flecos y entrelazados en la forma de los bordes de crecimiento urbano, o más tarde la de esquinas como nodos del tejer-proyectar en la ciudad, la concepción de la geografía como espacio con historia, como continuidad del espacio-tiempo, el manejo de lo simbólico no como abstracción sino como geometría… Cuestiones importantes en las que se reconoce su temprana renuncia a una imposible teoría totalizadora, a la ortodoxia de entonces -la economía política del espacio- y expresan su opción por la topología, por el tiempo que constituye las ciudades; cuestiones humanas, muy humanas, es decir, políticas, de arte y belleza. Al hacer reversible lo que era irreversible enseñó que no hay ética sin proyecto.
La amistad fue entonces un  sentimiento directo que no necesitaba excluir tensiones y retos mutuos: Manuel reprochaba a sus amigos urbanistas de Madrid el abandono de la enseñanza, su ausencia de la Escuela de Arquitectura; y ellos, sobre todo Eduardo Leira, le reclamaban asumir la escuela de pensamiento y oficio que, si no formado, había inducido él, incitado, provocado. Conociéndolo, es de imaginar que Manuel tuviera por monserga cualquier requerimiento de sistema.
Con su modo poliédrico de entender la teorización como complejidad inabarcable, con su atención vital y cosmopolita a lo casual, sabía bien que el pensamiento sobre las ciudades se forja en solo algunos afortunados momentos en los que las aspiraciones de belleza se encuentran con el sentido práctico y se unen de modo informal. Así fue como sucedió en Málaga aquellos años. Y luego, como ya nos tenía acostumbrados “… caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada.”(2)
Manuel Solá, en una taberna de Málaga, hacia 1980. Foto: Damián Quero

(1)Quaderns número 154, noviembre de 1982.
(2) Miguel de Cervantes.
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FIESTA DEL SOLSTICIO 2012: CARPE DIEM

El  martes 19 de junio el Club de Debates Urbanos celebramos el cierre del curso con la tradicional celebración del Solsticio de verano. Se realizó la entrega de los Premios del Compromiso Urbano y al socio de Honor.
SOCIO DE HONOR:  Manuel Gallego Jorreto
Presenta por el Club de Debates Urbanos: Antón Capitel
Entrega diploma: Juan Miguel Hernández León. Presidente del Círculo de Bellas Artes
PREMIO AL COMPROMISO URBANO COLECTIVO: Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)
Presenta por el Club de Debates Urbanos: Julio Rodriguez
Entrega diploma: Ignacio Escolar. Director de “eldiario.es”
Mención al Compromiso Urbano Colectivo: Plataformas Digitales
Presenta por el Club de Debates Urbanos: Fernando Fernández
PREMIO AL COMPROMISO URBANO INDIVIDUAL: Pilar Velasco. Periodista de investigación
Presenta por el Club de Debates Urbanos: Álvaro Ardura
Entrega diploma: Juan Cruz

Video de la entrega de los  premios

Texto de la presentación a cargo de Teresa Arenillas

Texto de la presentacion del premio a Pilar Velasco a cargo de Alvaro Ardura
Post «Vale la pena vivir para este oficio» de Juan Cruz en su blog «Mira que te lo tengo dicho», en elpais.es

Texto de la presentacion de la mencion a las plataformas digitales a cargo de Ramon López de Lucio
Presentacion de powerpoint de la mención a cargo de Fernando Fernandez
Audio de la presentacion de la mención a cargo de Fernando Fernandez

Descargate la invitación aquí

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Actualidad: La ETSAM en la calle

PENSAR LA CIUDAD DESDE LA CALLE.  La Escuela de Arquitectura en el centro de Madrid

 
Taller de verano sobre la readecuación de los espacios públicos del entorno La Cebada-La Latina
Entre el 20 y el 23 de junio, profesores del Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio (DUyOT) y del Departamento de Ideación Gráfica Arquitectónica (DIGA) de la ETSAM, impartirán el taller de urbanismo PENSAR LA CIUDAD DESDE LA CALLE, que se desarrollará en el entorno La Cebada-La Latina.
El taller se realizará en su totalidad en el espacio público e incluye cuatro sesiones para elaborar propuestas y reflexionar sobre el papel que el diseño y el planeamiento urbano pueden tener para mejorar la calidad de vida y satisfacer sinérgicamente las necesidades humanas en nuestras ciudades.
Profesorado
DUYOT: Carmen de Andrés, María Cifuentes, Fernando Fernández, José Antonio García Roldán, Isabel González, Agustín Hernández, Llanos Masiá, Raquel Rodríguez, Emilia Román, Alvaro Sevilla, Marian Simón, Lucila Urda, Carlos Verdaguer.
DIGA: Belén Butragueño, Luis de Fontcuberta, Margarita de Luxán y María Jesús de Muñoz
Expertas externas: Paloma Fontcubert, socióloga
Se reconocerán 2 créditos de libre configuración a los estudiantes del plan96.
Forma parte de una serie de acciones de protesta frente a los recortes en educación. Visibiliza la actividad docente, del trabajo del alumnado y del valor de la Universidad Pública para el conjunto de la sociedad
En http://clasesenlacalle.wordpress.com/2012/06/07/taller-de-verano/  hay más información. Os invitamos a participar y a apoyar la iniciativa
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DEBATE: PRESENTACION DEL MANIFIESTO POR LA PRESERVACIÓN Y GESTIÓN DE LOS ESPACIOS COSTEROS

Intervienen:
Oriol Nel-lo. Profesor Titular. Dpto. de Geografía. U.A. de Barcelona
Onofre Rullán. Catedrático de Análisis Geográfico Regional. Universidad de las Islas Baleares
Carmen Delgado. Profesora Titular. Dpto. de Geografía, Urbanismo y Ordenación
del Territorio. Universidad de Cantabria.
Ángel Menéndez Rexach. Catedrático de Derecho Administrativo. Universidad Autónoma de Madrid
Modera: Josefina Gómez Mendoza. Catedrática de Análisis Geográfico Regional UAM. Vocal CDU.
Lugar : Sala Ramón Gómez de la Serna del Círculo de Bellas Artes.
Fecha y hora:  martes 29 de mayo de 2012. 18,30 horas.

Puedes descargarte la invitación aquí

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Actualidad: Entrevista a Oriol Bohigas

ENTREVISTA: ORIOL BOHIGAS

El pasado 16 de marzo, el diario «El País» publicó esta entrevista de Anatxu Zabalbeascoa a Oriol Bohigas, segundo socio de honor de la historia del Club de Debates Urbanos, en 1997. Por su interés la reproducimos.
 «La gente tiene que protestar para que se mejoren las ciudades»

Urbanista, político, agitador cultural y burgués progresista, el arquitecto de la Barcelona olímpica pasa revista a 60 años de profesión y 86 de vida. Y da un serio repaso a los políticos

Anatxu Zabalbeascoa. El Pais, 16 MAR 2012 – 13:31 CET
Es un testigo excepcional del siglo XX en Barcelona. Asocia su nombre a las plazas duras que cambiaron esa ciudad. Tras 60 años de profesión, asegura que le habría gustado estudiar más y actuar menos. Pero sigue yendo a trabajar temprano por la mañana. Sonríe más que nunca. Su gesto no ha perdido decisión, pero ha ganado en reposo. En la biblioteca de su estudio, en la plaza Real de Barcelona, la noticia de la muerte de su amigo Antoni Tàpies ha sido recortada de varios periódicos y, sobre la mesa, espera lectura. “En 60 años, la profesión de arquitecto ha cambiado dramáticamente. La gente encarga sus casas a constructores y a decoradores que resuelven los problemas con mentalidad antiuniversitaria, simplemente accediendo a todo lo que les pide el cliente. Pero también los médicos atraviesan un tiempo difícil…
¿Pinta mal? Mal o muy bien… para una revolución.
Que es lo que le gusta a usted… Claro.
Su aportación como concejal de cultura en el Ayuntamiento de Barcelona fue un informe pesimista sobre el futuro de la cultura. En 1990 había crisis de presupuesto e incapacidad para intervenir. Los que no éramos del partido recibíamos las rutas ya marcadas. Me salvó un poco ese estudio. Traté de analizar qué era lo mínimo que se necesitaba. En mi informe había previstas cuatro bibliotecas, hoy hay más de 30.
Cuando fue concejal de urbanismo, ¿le pasó lo mismo, se encontró las rutas ya marcadas? No. Eso sucedió en los ochenta, y en una década la política cambió muchísimo. En urbanismo sí pude aportar. El alcalde Narcís Serra se planteó una ciudad más pública, más de todos, y Pasqual Maragall lo continuó. Pero luego fue a peor. El conocimiento de los profesionales se despreciaba frente a la pertenencia al partido. El bastón de mando pasó de los técnicos politizados a los políticos partidistas. Se perdió una buena parte de la eficacia de la intervención de los profesionales en la Administración. Hoy los partidos políticos han tomado todo el poder y la intervención de la sociedad ha quedado anulada. En todos los partidos. Y no solo en Cataluña.
De su época como concejal de urbanismo han pasado a la historia las famosas plazas duras. ¿Volvería a hacerlas? Las haría de nuevo. Pero las explicaría mejor. No se puede hacer una clasificación genérica. La plaza de Sants, que inició la protesta, está hecha por los ingenieros del ferrocarril y cubre vías de tren. No puede ser un jardín. Proponía convertir un espacio deshumanizado en un lugar de reunión y juego con elementos artificiales: pavimento, agua… Hoy está destrozada. Hemos tenido algunos ayuntamientos socialistas que han parecido dedicarse a destrozar lo que habían hecho sus colegas de partido. La situación de esa Plaça dels Països Catalans es bochornosa. Delata falta de conciencia y de dignidad urbana y política.
¿Ese destrozo es una constante en el urbanismo de Barcelona? Tras celebrar la recuperación de la fachada marítima, hoy se ha perdido de nuevo. Falta autoridad. El mando se puede explicar, consensuar incluso, pero no compartir. Cuando no hay un autor de las decisiones no hay tampoco un responsable. En la época de Narcís Serra, las grandes empresas promotoras y constructoras todavía no habían invadido la ciudad. Barcelona ha sido la ciudad más socialista de España porque ha sido gobernada durante años con proyectos de utilización ordenada del suelo público. Pero en los últimos tiempos ha habido muchos ejemplos de uso privativo frente al mar. Soy muy pesimista con el futuro de Europa y muy especialmente de España. Lo veo muy negro.
¿No ha visto nada así en toda su vida? Hoy comentar la política es difícil porque han decidido que nadie entendamos lo que pasa en la situación económica. Con la economización de la política ya no podemos hablar de política. ¿Quiénes son hoy los mercados? La política se ha hecho economía y ha desaparecido la democracia. Se puede ser demócrata y escuchar la opinión de todo el mundo en términos políticos y de vida cotidiana. Ahora, ser demócrata para saber qué hay que hacer con el déficit fiscal me parece imposible. Como me parece imposible ser demócrata en el programa de compra de cuadros para un museo. La economía de hoy se basa en la ignorancia premeditada del resto para mantener el privilegio de seguir equivocándose y no pagar los platos rotos.
Defiende la necesidad de autoría en las decisiones urbanísticas y, sin embargo, ha sido muy crítico con las provocaciones arquitectónicas. La extravagancia arquitectónica se ha dado en una época de carencia de autoridad arquitectónica. La autoridad es responsabilidad.
Es de los pocos que defienden un turismo de alpargata para su ciudad. Una ciudad equilibradamente turística es positiva. No solo por razones económicas, también porque una ciudad que merece ser visitada está mejor que la que no lo merece. Cuando escucho que la gente reclama un turismo de gran capacidad económica pienso que yo prefiero el de pocas posibilidades, que pueda venir cualquiera. Los progresistas y la gente deizquierdas de la ciudad se quejan. ¿Cómo puede un progresista convencido decir que el turismo está bien pero a condición de que sea rico? Es el colmo.
Igual no critican tanto que sea rico como que sea cívico o que la ciudad no expulse a sus habitantes para hacer más espacio para los hoteles. ¿Queremos ser una ciudad como Montecarlo?
¿Qué valores vividos en su infancia ha trasladado a sus hijos? ¿Hay alguno que permanezca por encima de las generaciones? [Ríe]. Una de las cosas que más me gustan es que ninguno está casado.
Pero usted sí se casó. La primera vez sí. Pero ellos no quieren.
¿Y su madre qué opina? Es una mujer fantástica y civilizada. Ha comprendido todos los problemas y lo ha asimilado todo. Estamos de acuerdo en una educación a partir de la lucha contra la religión.
¿Ha sido mejor arquitecto o padre? Mis hijos dicen que arquitecto. A veces se quejan de que en la vida desordenada que llevábamos en los sesenta les tuvimos un poco olvidados. Supongo que entre viajes y trabajos… Un profesional con un poco de ganas de hacer se tiene que desprender bastante a menudo de la familia porque no le caben tantas cosas. Pero creo que hoy todo forma parte de su educación. Yo diría que hoy la juventud está educada en una situación de excesiva preponderancia y falta de sacrificio. Empezando porque la gente ya no aprende los modos de comportarse en lamesa o de abrir y cerrar una puerta, y acabando por la estructura mental. Hay una generación mimada en exceso.
Usted siempre ha defendido el cambio y por otro lado es muy protocolario. Le gustan las formas. Es una condición de lo que en Cataluña llamamos noucentisme, un mundo de catalanismo civilizado. Gente que quiere orden, pero libertad. Que entiende la educación como base para una igualdad general.
De conectar la arquitectura catalana con Europa pasó a fundar Edicions 62, a presidir la Fundación Miró, a ser concejal de urbanismo, luego de cultura… Toda una ajetreada vida pública y profesional. ¿Tiene la sensación de haber podido con todo? Casi con todo. Tal vez con menos dedicaciones hubiera podido tener actuaciones más eficaces.
¿Lo piensa de verdad? La cantidad hace pagar un precio. Dejé la dirección de la Escuela de Arquitectura un año antes de lo que me tocaba porque me llamaron del Ayuntamiento para que me hiciera cargo de la concejalía de urbanismo. A veces he pensado que con un año más hubiera podido acabar más cosas. Pero… de casi todo he dimitido antes de acabar para empezar otra cosa o enfadado.
Si volviera a empezar, ¿dedicaría más tiempo al estudio y menos al trabajo? Sí.
¿Qué hace entonces cada mañana en su despacho? ¿Estudia? Ya no hay tiempo de eso. Pero tengo el anhelo. Estoy escribiendo un libro de memorias y el otro día pensé que lo que realmente me gustaría es volver a hacer el bachillerato.
De la misma manera que buscó la pluralidad en la Villa Olímpica, se criticó la limpieza que hizo en el Raval, un barrio del corazón histórico barcelonés rehecho con tiralíneas. Es que yo soy partidario de la destrucción de los barrios viejos.
Cualquier día le tiran su casa en la plaza Real… Le convendría un poco de destrucción. Exagero, pero creo que el amor por lo antiguo es una posición reaccionaria. No es que a la gente le guste mucho la ciudad antigua, es que odian lo moderno. Porque no están acostumbrados. En verdad, si profundizas, prefieren lo moderno a lo antiguo. Pero la defensa de lo antiguo es una posición típica de las clases acomodadas. Hay momentos en que te asusta que gente que presume de progresista no defienda el derecho a tener un cuarto de baño para que las calles no cambien sus fachadas de piedra.
¿Cada cuánto debe cambiar una ciudad? Su propio hijo Josep, que también es arquitecto, criticó el modelo Barcelona en un sonado artículo: ‘Cobi, vete ya’. Modelo es una palabra peligrosa. Lo que se hizo en Barcelona fue un modelo de método urbanístico: creer en el espacio público y eso sigue vigente y yo lo defendería. Si habla del modelo Barcelona como expansión con los Juegos Olímpicos –o luego otros inventos tipo el Forum–, ya me parece un poco exagerado. Se pueden idear proyectos urbanos sin la angustia de una ciudad temática o sin la pérdida de calidades de una ciudad con tradición propia.
Durante su vida, ¿qué ha perdido y qué ha ganado Barcelona? Haganado infinito. Como la Costa Brava. Hace años se hizo una exposición de fotografías del Cadaqués bueno, el de los años veinte. Me quedé asustado. Pensé: qué desgraciados eran al vivir en este lugar tan sucio, tan asqueroso y feo, y qué suerte tenemos ahora de vivir en un lugar con las calles asfaltadas y las casas acondicionadas. Se mitifica lo antiguo.
¿Usted no mitifica la ciudad de su infancia? Todo lo contrario. Mi Barcelona, hasta incluso después de casado, fue el Ensanche. Y allí las aceras no estaban pavimentadas. Había un metro de piedra junto a la puerta y el resto era barro. Era horroroso.
¿De evitar ese barro nacieron las plazas duras? Podría ser. Civilizar es pavimentar.
Eso da miedo… ¿No juega a las canicas con sus nietos en el parque? No voy, la verdad. Tampoco creo que les guste… Bueno, no sé. Los mayores tienen más de 18 años.
¿Cuántos tiene? Ocho. La mayor, de 24, y el menor, de cuatro.
Solo tiene un hijo arquitecto y nunca ha trabajado con usted. No ha querido.
Su segunda mujer tampoco. Sistemáticamente, no. Mi familia profesional son Martorell y Mackey y los sucesivos socios. Cuando empecé a ir con Bet, cada uno tenía su despacho. Tanto ella como mi hijo siempre han querido ser autónomos. Mi hijo hizo un esfuerzo importante. La tendencia de los hijos a trabajar con los padres genera un cierto tipo de relación y de arquitectura.
¿La voz propia solo se encuentra contra el padre? O en solitario. La libertad es cara, pero gratifica. Yo hubiera preferido tener a mi hijo por aquí. Como arquitecto me gusta mucho, ideológicamente estamos muy de acuerdo, pero… La libertad es cara.
Tiene cinco hijos. Se separó de su madre, pero los han criado juntos. ¿Cómo lo ha hecho? Pertenezco a una generación voluntariamente progre que dejó a los hijos muy sueltos. Nuestra apuesta era mucha libertad y mucha responsabilidad. Al final he tenido suerte. Son todos gente muy normal. Con cinco, lo lógico era que fallara alguno. Y no. Unos son mejores que otros, más cariñosos o más inteligentes, pero no me ha tocado nada malo. Yo soy hijo de la marca pedagógica del Instituto Escuela: absoluta libertad y absoluta exigencia de responsabilidad. No creo que sea tan trascendental la educación de los hijos. Al final acaban siendo como quieren. Lo más trascendental es el ejemplo. Lo decía Eugenio d’Ors. El prototipo de intelectual en Cataluña era hijo de médico porque estos, por su profesión, tenían muchos libros. No hay inteligencia superior alejada de los libros.
Su padre era historiador. Trabajaba sobre todo en temas de historia de Barcelona. Tenía posibilidades, pero murió muy joven. Yo tenía 21 años y estaba estudiando arquitectura.
A veces los cascos antiguos ofrecen rincones que la ciudad hecha con tiralíneas destroza. Usted, como residente, lo sabrá bien. Sí. Pero muchas veces el tiralíneas lleva vida. Yo soy un entusiasta de la Via Laietana de Barcelona o de la Gran Vía de Madrid. ¿Se imagina las ciudades hoy sin esas calles? No hay que tener miedo a intervenir. Una ciudad tiene que servir. Todo el mundo quiere un baño y tiene derecho a tenerlo. Lo peor es que el que protesta contra lo moderno muchas veces tiene razón. Porque lo moderno rara vez está a la altura por incapacidad o por inmoralidad de los arquitectos. Tampoco es tan difícil hacer una cosa discreta en una ciudad antigua.
¿Hay mucha inmoralidad en la arquitectura? Una esencial: los arquitectos han perdido autoridad porque han perdido conocimiento y sociabilidad. No se trata de destruir ni de conservar, se trata de replantear, de equilibrar avanzando.
¿Qué les queda a los arquitectos? Ni dinero ni prestigio. En 1951, ser arquitecto era un acto de afirmación social. Teníamos éxito porque te ganabas la vida y tenías conocimiento y distinción en el campo de la cultura. Pero eso se acabó.
¿Qué puede hacer la gente para mejorar las ciudades?
«Portestar»
Un paseo por su álbum de fotos revela muchos cambios: de la corbata al pelo largo en menos de una década. ¿Qué le hizo cambiar? Los amigos. Hubo una época, cuando terminé la carrera, en la que tenía amigos mayores que yo: Coderch, Ribas Piera, Moragas, Gili… Cuando estos fueron desapareciendo me hice amigos más jóvenes que yo: Tusquets, Clotet… De manera que he sido siempre parte de un grupo distinto a mí. Eso me ha dado una proximidad al señor de corbata y sombrero en mi juventud y al pelo largo en mi madurez.
Entre su grupo de amigos estaba la ‘gauche divine’ de Bocaccio. Es dramático porque lo recuerdo como una época divertida y eficaz, pero fue un tiempo muy difícil, los últimos años de Franco. Supongo que había un ambiente parecido en Madrid. Nos habíamos comprado el primer seiscientos. No éramos ricos, pero teníamos comodidades. Se había abierto la libertad sexual. No había aparecido todavía el sida… Fue un momento precioso. Las noches de Bocaccio las recuerdo con afecto y admiración. De allí salieron los manifiestos a favor de los obreros multados, el encierro de Montserrat. De allí salió un grupo de magníficos editores, poetas y arquitectos. La Escuela de Barcelona literaria, arquitectónica, los nuevos médicos. Todo eso era gente que se divertía, que había adoptado la libertad como forma de vida, pero al mismo tiempo con una conciencia política muy importante.
Casi todos pasaron por la cárcel. Usted mismo, tres o cuatro veces.Sí. Me expulsaron dos veces de la escuela. Luego, con la muerte de Franco, me rehabilitaron.
¿Tenían menos miedo? Usted tenía cinco hijos que mantener… Pienso que la vida era más fácil. Creo que el euro nos ha inmovilizado. Nosotros protestábamos y sí, te enviaban al calabozo. Una vez me enviaron con Maria Aurèlia Capmany, y mi mujer nos trajo una tortilla de patatas que había comprado en un bar. Era tan mala que desde mi celda oía cómo Maria Aurèlia se reía y me gritaba que la tortilla nos la había enviado el jefe de policía.
No perdían el humor. Era todo tan ridículo… Salvador Espriu, que era muy maniático, se ponía al lado del agente con máquina de escribir y se dedicaba a corregir las faltas de ortografía de los informes que tecleaban para encarcelarnos. Les corregía incluso la puntuación.
¿Bocaccio fue más un grupo de amigos que un movimiento cultural? Sí. Pero todos éramos trabajadores del mundo cultural.
¿Cuál fue la persona más brillante de ese círculo? Los más brillantes eran los escritores. Y seguramente el que más Carlos Barral. Ferrater era muy inteligente. Pero brillante, incluso socialmente, fue Barral.
¿Usted es nacionalista o independentista? No soy nacionalista, ideología política típicamente reaccionaria. No soy separatista porque debemos unir y sumar en economía, cultura y política, en vez de desunir. Y si no, ojo con lo que puede pasar con Europa. Pero creo que las uniones (como las parejas) solo funcionan con una libertad pactada y consentida y un grado profundo de independencia. Aplicado a una nación o a un grupo social histórica y socialmente identificado, eso se traduce en la autodeterminación, que se puede considerar como una referencia independentista. En ese sentido me siento independentista, pero no nacionalista ni separatista. Como ocurre con las parejas: si no hay libertad e independencia, acaban en esclavitud o divorcio.
¿Quién manda hoy en las ciudades? En todas partes manda el mismo: el capital. Y ese es el gran drama: mientras manden lobbies para los que las crisis son incluso beneficiosas, será difícil salir de esta. Pero como soy muy partidario de la acción política, pienso que a pesar de lo mal que está todo, la política tiene un peso importante. Un ayuntamiento socialista y otro conservador hacen funcionar las ciudades de maneras muy distintas. No seamos tan pesimistas de pensar que la política no sirve para nada. La política sirve si logra convencer al ciudadano de que sirve. El ciudadano no debe desanimarse, sino animarse a intervenir.
Desde su capacidad crítica, ¿cómo juzga su propia obra como arquitecto?Todo lo que hemos hecho responde a lo que todavía hoy pensamos que era normal pensar que había que hacer. El momento del realismo, de la arquitectura pobre, repensar la ciudad y reorganizar los límites del espacio público… Hay algunas obras que eran muestra de cierta honestidad. Pero no soy un entusiasta de nuestras obras.
¿Lo haría todo igual? Seguramente todo distinto.
¿Pero viviría en los pisos que ha hecho? He vivido en muchos de ellos. Siempre he defendido que la arquitectura es una cosa modesta para que la gente viva bien, pero lo he dicho con la boca pequeña. Creo que la buena arquitectura no es exactamente que la gente viva bien, sino trabajar en la investigación que abra caminos para que en algún momento la gente pueda vivir bien.
¿Cree que los arquitectos no han sabido ser sociales? Visto universalmente, las grandes propuestas de investigación se deben a los arquitectos de los años veinte. Pero quedaron como algo elitista. Seguramente, decidir cuál debía ser el tamaño mínimo de una cocina ha sido un poco inútil. Hay problemas más importantes, como los económicos. Hoy parece que sí existe un tipo de arquitecto que está en eso. Lo veo en la generación de mi hijo. Y eso podría dar carácter a la nueva arquitectura.
¿Qué es para usted la gran arquitectura? Intervenir en el futuro de una nación. Soy muy partidario de Le Corbusier porque de la arquitectura hacía instrumento político. Pero es un momento perdido porque hoy hay poquísimos arquitectos, incluidos los mejores, que estén trabajando para mejorar la vida de la gente. Los que hablan más y son más escandalosos no se interesan por este tema.
¿Qué puede hacer la gente para que las ciudades sean mejores? Protestar.
¿Y los políticos? Enterarse de qué quiere decir hacer política y hacerla. Hoy los políticos son poco políticos en todo el mundo, pero especialmente en España.
¿Los arquitectos? Estudiar más y practicar más. Los arquitectos de posguerra podían hacer cosas que no nos gustaran, pero tenían tanto oficio que con una mirada sabían si algo estaba bien o fallaba.
Con 86 años y activo. ¿Cree que ha dejado ya un legado? No puedo pensar tan pretenciosamente, pero está claro que no me queda mucho tiempo para dejar más.
Tiene obras en marcha… Y mientras aguante seguiré trabajando. No se trata de dejar legado. Se trata de hacer el trabajo con cierta honestidad. Mirando hacia atrás, tuvimos épocas de viviendas, de escuelas y de fábricas. Y la que más me gusta es la de las escuelas. Cambiaron las escuelas y la sociedad.
Es difícil imaginarle a usted sin planes. Hubo una época en la que no tenía cinco minutos libres. Ahora de vez en cuando me encanta no hacer nada.
Sonríe más. Puede ser que vaya más descansado. Ahora que no tengo cargos, soy capaz de estar un cuarto de hora sin hacer nada. Y eso permite pensar, aunque… tampoco pienso tanto.
Camisas rojas, calcetines a rayas. Nunca ha sido un arquitecto vestido de negro. Siempre me han molestado los arquitectos que un día se pusieron todos de negro. Antes, en los años cincuenta, iban todos de gris, y antes, con pajarita. De repente, un día se pusieron de negro. Yo no he querido perder el color.
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Actualidad: Conferencia magistral de Pedro Navascués en la Escuela de Arquitectura

Conferencia magistral de Pedro Navascués, catedrático de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo,  en la Escuela de Arquitectura con motivo de su jubilación.
La conferencia, que lleva por título «Un manuscrito de la Edad de Oro de la arquitectura española en nuestra biblioteca: Hernán Ruiz«, se celebrará el miércoles 23 de mayo de 2012 , en el Salón de Actos de la Escuela, a las 12:30 horas, y será precedida de la laudatio del prof. Antonio Ruiz Hernando, Catedrático de Historia del Arte, UPM

Puedes decargarte la invitación aqui

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DEBATE EN EL ATENEO: LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO EN LA 2ª REPUBLICA

El Club de Debates Urbanos, por invitación del Ateneo de Madrid, y gracias al interés de la Agrupación Ateneista Juan Negrín y la colaboración del Círculo de Lavapies Segunda República, organiza el debate «La arquitectura y el urbanismo en la Segunda República»

Fecha:Viernes, 11 de mayo de 2012 a las 19;30 horas.

Lugar:  Ateneo de Madrid. c/ Prado nº 21. Sala  Nueva Estafeta.
Intervienen:
Antón González Capitel. Catedrático de Proyectos. ETSAM. 
Santos Juliá Díaz. Catedrático de Historia Social y Pensamiento Político.UNED.
Ramón López de Lucio. Catedrático de Urbanismo. ETSAM
Presenta: Carlos París. Presidente del Ateneo de Madrid

Descargate la invitación aqui

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Opinion: Verdades desde el otro lado: Atlantic City y sus casinos, primos hermanos de los de Las Vegas

Verdades desde el otro lado: Atlantic City  y sus casinos, primos hermanos de los de Las Vegas

Ann Marie Strigari


TOMEN  NOTA MADRID Y BARCELONA
    
El 25.3% de la población de Atlantic City vive hoy día por debajo del umbral de la pobreza. Esto después de más de un siglo como destino turístico en la costa este de EE.UU. y cuarenta años de casinos, hoteles y lugares de ocio a sus espaldas.
El complejo turístico de Atlantic City: casinos con sus hoteles, restaurantes, teatros, (todo lo que se pretende montar aquí en España), que ocupa la primera línea de playa, aunque hasta ahora sin interesarse por el mar, vive de espaldas al resto de la ciudad.  La promesa de renovación socio-económica  que se barajó en 1977 cuando el juego en los casinos se legalizó en el estado de Nueva Jersey, aún no ha llegado.  Junto al oropel a orillas de la playa, en el interior, a sus espaldas, lo que se encuentra  es una ciudad agónica devastada por la mala gestión en todos los ámbitos.  En el año 1970, anterior a la apertura del primer casino (1978), el porcentaje de la población de Atlantic City que vivía por debajo del umbral de la pobreza era del 22%, comparado con el 13% a nivel nacional. Veintidós años más tarde, cuando los beneficios de los 12 casinos más grandes de Atlantic City superaban los 72 millones de dólares, este mismo porcentaje había aumentado al  24%, mientras que a nivel nacional había bajado al 11%.  El desempleo en Atlantic City rondaba el 13% mientras que  en el resto del estado de Nueva Jersey era de un 5.8%.  Es decir, la construcción de casinos no había cumplido con la idea inicial de mejorar la muy deteriorada situación. Incluso los posibles trabajos del tipo más elemental estaban y están fuera del alcance de un gran número de los desempleados al carecer de la educación básica mínima imprescindible. Esta carencia, junto con un largo etcétera de frustraciones, los tiene socialmente marginados.   Según el último censo de 2010, de ese 25.3% de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza, el 36.6% tiene menos de 18 años y el 16% supera los 65.
¿Es éste un modelo a seguir en España para Madrid o Barcelona?  ¿Se pretende solucionar  los problemas endémicos  de España como el desempleo, las carencias educativas o las tensiones sociales construyendo otro parque temático, esta vez exclusivamente para adultos?
¿Animan estas cifras tan poco alentadoras a implantar semejante modelo en España?  Y, para mayor inri, esta implantación de casinos puede hacerse en España sin consultar a la población (¿democracia?).  En Nueva Jersey, por lo menos, la decisión de dar luz verde a los casinos fue tomada en base al voto popular.  La grandeza y debilidad de una democracia estriba en el ejercicio de la opinión  de la gente a través del voto popular directo.   Se puede  equivocar o no, pero, por lo menos, existe la oportunidad de opinar y votar, cosa que en el caso de los megacasinos de Madrid o Barcelona no se presenta como una opción a los ciudadanos.  
Los casinos se montan con un clarísimo fin: ganar dinero. El arte de montarlos, desde la arquitectura hasta el último detalle del interiorismo más envolvente, está concebido con la idea de crear una experiencia totalizadora para los visitantes, resultándoles simultáneamente virtual y real.  ¿Quién no se olvida de sus manos encallecidas, de su piso de 60 metros cuadrados, del hijo en el paro,  y de la jubilación sin júbilo al pasear entre las columnatas fastuosas de los casinos, bajo techos estrellados de leds las veinticuatro horas, sin relojes a la vista, con innumerables espejos que ni el Palacio de Versalles, y todo amenizado con el rumor relajante de las fuentes por doquier?    ¿Quién recuerda dónde está la salida cuando la fortuna está de su parte o cuando lo deja abandonado ante esa última mano que se financiará con sólo ir al cajero automático que siempre está disponible al lado?
¿Realmente alguien cree que por abducir a las personas a estas modernas Cuevas de Alí  Babá  se va a reorientar la situación en términos socio-económicos?  ¿Son los casinos inversiones estructurales como lo son los trenes de alta velocidad o como lo fueron los pantanos en su momento, o son más bien pozos sin fondo para el incauto, por un lado, y surtidor inagotable de fondos para el beneficiario de la inversión cada vez que ese seducido, víctima de la quimera, pierde en las mesas de juego o en las máquinas tragaperras?  
La historia de Atlantic City está llena de turbulencias.  A lo largo de más de un siglo los continuos altibajos aparecen en la misma base de su naturaleza  tipo montaña rusa. Es una historia de construcción y deconstrucción para volver a construir (siempre  asoma su cara el ladrillo).  A finales del siglo XIX se construyeron los primeros hoteles.  La expansión continuó durante los años 20 y 30 del siglo XX, incluyendo nuevas líneas ferroviarias  para conectar las olas de las playas de Nueva Jersey con las ondas de calor de ciudades industriales como Filadelfia.  Después de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, con el cambio del estilo de vida de los norteamericanos, las visitas a Atlantic City  disminuyeron y el declive de la ciudad estaba servido, quedándose como una enferma tierra de nadie.  No volvería a vivir un movimiento revitalizador hasta el año 1978 cuando el Estado de Nueva Jersey, en un intento de rescatarla de su cáncer urbano, legalizó el juego en los casinos.  Nuevamente en Atlantic City cobra protagonismo el ladrillo y comienzan las grandes obras de construcción. Una vez más lo antiguo se tiró abajo, “the American way”, y en sus parcelas vacías se erigieron los más modernos casinos y hoteles.
Para finales de los años ochenta Atlantic City se había reflotado convirtiéndose en el destino turístico más popular de los EE.UU., pero fue otra vez golpeada en los años 90 cuando empezaron a surgir casinos como setas en otros lares, robándole protagonismo a la reina del Atlántico.  Este mismo efecto también ha afectado muy negativamente  a los casinos de Las Vegas.  (Después de las inversiones multimillonarias previstas en España, ¿qué pasará cuando otras geografías europeas decidan montar sus propios megacasinos?)  Ciudades que antiguamente surtían de visitantes a los casinos de Atlantic City ya tienen los suyos propios, como es el caso de Filadelfia con su “Sugar House”, frecuentado mayormente por el equivalente de mileuristas, pensionistas y residentes de Chinatown.   Su particular serie de estadísticas del primer año de operaciones es llamativa.    El total de ingresos desde la apertura en el año 2011 ha sido de 232.034.168 $; las pérdidas totales para los clientes residentes de la ciudad de Filadelfia ascienden a 116.017.084 $; los ingresos totales para el Ayuntamiento han sido de 11.479.068 $. Es decir, las pérdidas directas para los ciudadanos de Filadelfia son diez veces mayores que los ingresos obtenidos por el Ayuntamiento, que no llegan al 13% de los beneficios totales para  los inversores que rondan los 90.000.000 $.  La cuestión entonces vuelve a ser la misma, ¿quién de verdad se está beneficiando de todo este montaje?
Con la enorme competencia que existe para Atlantic City, su accidentado camino hacia una estabilidad en un mundo continuamente cambiante es inacabable.  Con todo lo que ya se ha invertido en ese pozo sin fondo, según se observa, parece que la única fórmula de no hundirse por completo otra vez es con más de lo mismo.  En el 2012, se abre el complejo más innovador del momento, el “Revel”, con un coste de 24 mil millones de dólares. (La compra de YPF en el año 1999 supuso aproximadamente unos 15 mil millones de dólares). Siguiendo la tradición de sus antecesores, cabe una pregunta clave, ¿para cuándo será su fecha de caducidad?  También quedan en el tintero otras preguntas recurrentes: además de sus 10 piscinas, 14 restaurantes,  casi 2.000 habitaciones, teatros  y salas de juego, ¿qué le está aportando al desarrollo de  la humanidad?  ¿Acaso aporta un patrimonio imborrable como el que deja una sólida formación gracias a un buen sistema educativo,  o tal vez unos seres humanos más sanos gracias a los avances en  la medicina posibilitados por las inversiones en investigación, o acaso una solución energética medioambientalmente más sostenible proporcionada por el uso de energías alternativas desarrolladas con dinero público y privado,  o unas infraestructuras de largo alcance? ¿Acaso aporta algo de eso?   El proyecto para Madrid que requiere el uso de 600 hectáreas de terreno para su despliegue, ¿enriquecerá el medio ambiente o impactará negativamente en los sistemas ya frágiles, diezmando aún más su reservas? (ídem, o peor, para el proyecto en el Delta de Llobregat).  ¿Favorecerá a la población, nublada con la zanahoria de la promesa de trabajo, o la impactará negativamente el levantar la veda al crimen organizado y a la corrupción a escala hasta ahora desconocida?
En términos reales, a fin de cuentas, es difícil señalar algún valor tangible o riqueza que dejen una herencia para futuras generaciones.  De hecho, la única riqueza que aparentemente se crea  es la que sigue una pauta demasiado familiar: poner el dinero en circulación, (en el caso de Madrid Eurovegas, unos 22 mil millones de euros), hacer que ese dinero atraiga más dinero, y asegurarse de que mientras se crean unos fugaces puestos de trabajo, en la construcción, por supuesto, (aun si lo que se construyen son aeropuertos donde no aterrizan aviones o apeaderos de trenes en mitad de ninguna parte), los prestamistas reciban sus intereses a tiempo, y los inversores sus dividendos y, al final del día si se tiene que  aplicar aquello de “coge el dinero y corre”, que no se señale a nadie en particular como culpable, ni siquiera cuando también se hayan tenido que perpetrar cambios en las leyes urbanísticas, fiscales y de trabajo.  Que parezca una vez más como un desafortunado traspié debido a esa archiconocida y enemiga volatilidad o ataque de los mercados. 
¿No somos capaces, la sociedad y sus ayuntamientos,  de pensar en modelos más dignos y constructivos, menos parasitarios, para mejorar la condición humana?  Obviamente las tendencias  y la falta de sabiduría financiera de cada cliente de los casinos es un asunto personal, sin embargo, el delito que surge alrededor de los mismos, de guante blanco o del otro, y las pérdidas económicas a gran escala sí son problemas para la sociedad en su conjunto. Echando mano nuevamente de la historia, resulta esclarecedor saber que en el  año 2010, el propio estado de Nueva Jersey, con un déficit presupuestario para el 2012 de 10,5 mil millones de dólares (el tercero de EE.UU. después de California con una población más de cuatro veces superior y Nueva York con más del doble de población),  quitó el control del juego a la comisión de Control de Juego (el “Gaming  Commission”) y lo trasfirió directamente  a  la Fiscalía General del Estado.  Esto después del arresto por cargos de corrupción de cinco de los últimos nueve alcaldes que ha tenido la ciudad y con una tercera parte de los concejales en la cárcel o rumbo a ella en los últimos años.  
Para sanear el déficit, el gobernador de Nueva Jersey  (republicano) ha tomado la decisión de implementar  recortes  en los fondos de pensiones de los funcionarios y en los presupuestos de las escuelas públicas y  los municipios.  No ha podido atacar la sanidad pública porque no la tienen.  De modo que, toda la  clase política parece seguir el mismo guión y los que usan la política para engordar sus propios cofres, también.
No parece una buena política esta continua mimesis, esa transformación frívola a costa de la pérdida de la esencia de este país. La importación de modelos como los que pretenden exportar los expoliadores de Las Vegas, primos hermanos de los de Atlantic City, quienes, al ensuciar su propio nido in extremis, llegan a España con sus apuestas y necesidad de expansión.  Y llegan aquí sabiendo que, además de un clima envidiable, hay necesidad.  Querer importar algo tan poco acorde con esta tierra, sea Madrid o Barcelona, como este modelo  trillado, denigrante y artificioso, capaz de ofrecer sólo y a muy corto plazo un escape al tedio cotidiano y malestar general, es no tener ninguna fe ni en España ni en su gente.     La fuerza, el talento y la determinación de la población, a pesar de encontrase en una mala racha, pueden combatir las dificultades sin tener que venderse al primer apostador ni aceptar una solución de tipo: “here today, gone tomorrow”.   ¿Por qué recurrir a modelos quiméricos que desaparecerán como la espuma en la playa de Atlantic City, un lugar donde lo que deja  la estela del mar son simplemente  detritus?      
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